La nieve volvió este sábado al Pirineo con fuerza, después de dos meses de sequía. Las precipitaciones fueron generalizadas durante todo la noche y parte de la mañana, dejando espesores de hasta 40 centímetros en cotas altas de las estaciones de esquí que ayudarán a mejorar la calidad de la nieve en la recta final de la temporada.

Esta situación condicionó la circulación, de forma que durante la primera parte del día eran necesarias las cadenas en carreteras de Fiscal (N-260), Formigal (A-136), Bielsa (A-2611), Espierba (A-2611), Plan (A-138), Benasque (A-139), Cerler (A-2617), Herrerías (A-1605), El Pueyo de Jaca (HU-611), Torla (A-135), Gillué (A-1604) y Panticosa (A-2606). A las cinco de la tarde las incidencias ya solo afectaban al tramo de Torla.

Los copos sorprendieron gratamente a los esquiadores en uno de los últimos fines de semana de la temporada, que en el Pirineo se cerrará el 21 de abril. Las estaciones recibieron una buena capa de nieve virgen a lo largo de la noche, que se suma a los centímetros caídos en los últimos días. No había precipitaciones importantes desde principios de febrero. En Formigal, en el valle de Tena, han caído hasta 40 centímetros, y en Candanchú, en el valle del Aragón, entre 10 y 30. También llegó a Cerler.

De hecho, cayó de forma generalizada a lo largo de la madrugada en todas las comarcas del Pirineo, provocando estampas que parecía que este año ya no se volverían a repetir. La cota bajó a 800 m e incluso se cubrieron localidades como Jaca y Aínsa, aunque desapareció con la lluvia.

La Aemet había activado una alerta en el Pirineo que finalizaba a las 9.00 del sábado. La cota, anunciada entre los 1.200 y 1.000 metros, bajó más de lo previsto y llegó con un descenso de las temperaturas mínimas. Este domingo seguirá el frío, sobre todo en zonas de montaña, con chubascos en el Pirineo, que serán de nieve por encima de 1.200 metros.

Previsión del tiempo en las estaciones de esquí para este fin de semana