La fiscal y la acusación rechazan dejar en libertad al hombre que agredió a su mujer en Monzón

Consideran que el agresor, juzgado por darle una patada en la cara a su esposa debe seguir en prisión provisional porque hay riesgo de fuga

El acusado, entre dos policías, durante la sesión del juicio este martes.
El acusado, entre dos policías, durante la sesión del juicio este martes.
Pablo Segura

La Fiscalía y la acusación particular se oponen a la inmediata puesta en libertad de Iulian M. solicitada por su defensor porque consideran que hay riesgo de fuga. El hombre, juzgado por agredir a su esposa y causarle lesiones graves al darle una patada en la cara, está en prisión provisional desde de mayo de 2017. Ingresó al día siguiente de los hechos, ocurridos a primera hora de la mañana del día 14 en Monzón, en el interior de una tienda que regentaba la pareja.

La víctima, que tiene 38 años y es de nacionalidad rumana, discutió con su marido, de la misma nacionalidad y 55 años. Cuando ella se iba del establecimiento, este la cogió de la coleta, la tiró al suelo y le dio una patada en la cara. El golpe le provocó la fractura de la parte media del rostro así como la pérdida del olfato.

Los abogados de la acusación particular han señalado que el acusado "no tiene domicilio, arraigo ni trabajo en España, no habla el idioma y, ante una petición de condena elevada hay que pensar que puede marcharse".

Este martes se ha celebrado la segunda sesión del juicio en la Audiencia Provincial de Huesca. El Ministerio Fiscal y la acusación particular han elevado a definitivas las conclusiones provisionales, solicitando respectivamente 11 y 12 años de prisión por un delito de lesiones con pérdida de un sentido y cometido en el ámbito de la violencia de género. Han pedido que se apliquen las agravantes de parentesco y de alevosía (por la mecánica de la agresión).

El acusado ha reconocido los hechos, insistiendo en que está "arrepentido" y declarando que no recordaba lo ocurrido porque entró "en shock". Su abogado señaló que Julian M. "no es un monstruo" y que la agresión fue producto de un "arrebato". Ha solicitado que se aplicaran como atenuantes la confesión y la obcecación. Cuestionó los informes periciales sobre la anosmia de la víctima. El letrado ha considerado "desproporcionada" una condena de 12 años "por una patada" y ha pedido un año y 11 meses de cárcel, que ya habría cumplido con la prisión provisional, por lo que ha propuesto la "inmediata puesta en libertad". 

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