Se enfrenta a 11 años de cárcel por una brutal agresión a su mujer en Monzón

La víctima, de 38 años, sufrió varias fracturas y perdió el sentido del olfato. La acusación particular pide 12 años y la defensa, la absolución.

Sede del Palacio de Justicia de Huesca
El juicio se celebrará los días 18 y 19 de marzo en la Audiencia de Huesca
Rafael Gobantes

La Audiencia Provincial de Huesca juzgará la próxima semana a un hombre de 54 años y natural de Rumanía, Iulian M, por una brutal paliza a su esposa, de 38 años de edad. La Fiscalía solicita para él una pena de 11 años de prisión por un delito de lesiones en el ámbito de la violencia de género, mientras que la acusación particular eleva su petición hasta los 12 años. La defensa, por su parte, solicita la absolución

Según el escrito provisional de la Fiscalía, el 14 de mayo de 2017 el procesado, sin antecedentes y que se encuentra en prisión provisional desde el día siguiente de los hechos, se encontraba en la tienda de la que era propietario, sita a continuación del bar Poppis de Monzón, donde había estado durmiendo tras haber discutido la noche anterior con su esposa, con quien llevaba tres años casado y con quien convivía en el domicilio familiar de la mima localidad con la hija menor de edad de su mujer.

Sobre las 7.30, la víctima se presentó en el establecimiento después de haber leído los diversos mensajes que su marido le había enviado a través de WhatsApp, en los cuales le hacía saber las elevadas cantidades de dinero que se había gastado en máquinas tragaperras, iniciándose una discusión entre ambos en el transcurso de la cual los dos se insultaron mutuamente.

Cuando la mujer quiso abandonar el lugar, el procesado la sujetó de la coleta estirando de ella hacia atrás, motivo por el que la mujer cayó al suelo y a continuación el procesado, "con la intención de menoscabar la integridad física de su esposa", según la Fiscalía, le propinó una patada en la cara, comenzando a sangrar la mujer quien, pese a ello, logró levantarse para ir a su casa al tiempo que el procesado recogía la sangre del suelo sin interesarse por su estado. 

Como consecuencia de la agresión, la mujer sufrió una grave fractura del macizo facial (conjunto de huesos en torno al maxilar superior), con desplazamiento de los fragmentos, que necesitó, además de una primera asistencia facultativa, un tratamiento quirúrgico consistente en la reducción de la fractura mediante la colocación en su sitio de los huesos y la estabilización/inmovilización de la fractura con placas y tornillos (osteosíntesis), presentado complicaciones en su evolución. También sufrió una anosmia postraumática, es decir, pérdida total del sentido del olfato. Como consecuencia de ello, estuvo 413 días de incapacidad temporal, además de quedarle graves secuelas físicas.

Además de la pena de 11 años de prisión, el fiscal pide que se prohíba acercarse o comunicarse con la víctima durante 21 años, así como una indemnización a favor de la mujer de 58.000 euros por las lesiones y secuelas causadas. 

Por su parte, la abogada de la mujer reproduce también en su calificación provisional los mismos hechos que la Fiscalía, añadiendo que le atacó por la espalda "por sorpresa" y que se quedó semiinconsciente en el suelo hasta que por sus propios medios y sin ninguna ayuda del agresor, se incorporó y pudo salir de la tienda. En su caso, pide 12 años de prisión por un delito de lesiones con la agravante de alevosía, la inhabilitación para la tenencia de armas durante 21 años, una orden de alejamiento durante 22 años y la misma indemnización de casi 58.000 euros. 

Mientras, la letrada del acusado niega los hechos expuestos por la Fiscalía y la acusación particular y solicita la libre absolución de su cliente.  

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