La recuperación del sendero histórico de San Úrbez se topa con 28 trabas ambientales

La FAM y las tres comarcas promotoras critican “las pegas” de la administración autonómica, que bloquean el acondicionamiento del camino histórico de 126 km que une el Pirineo con Huesca

La ruta enlazaría esta ermita de San Úrbez, en Añisclo, con la iglesia de San Pedro el Viejo de Huesca
La ruta enlazaría esta ermita de San Úrbez, en Añisclo, con la iglesia de San Pedro el Viejo de Huesca
Javier Romeo-Prames.

El proyecto para recuperar el camino histórico de San Úrbez como sendero turístico a lo largo de 126 kilómetros se ha topado con las “pegas” planteadas por el departamento de Desarrollo Rural. Hasta 28 condicionantes ha puesto el servicio provincial para autorizar los trabajos, que pretenden limpiar la senda y darle un uso turístico. Ni la Federación Aragonesa de Montañismo ni las tres comarcas promotoras entienden los obstáculos que mantienen paralizan esta iniciativa y amenazan su financiación, cuando se trata de un camino ya existente que únicamente se quiere acondicionar.

La resolución que autoriza los trabajos, firmada a principios de febrero por el director del Servicio Provincial de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, José Miguel Malo, impone una larga lista de condicionantes en el trazado del sendero por el espacio protegido del Parque Natural de Guara y de los montes de utilidad pública de Fanlo, Fiscal y Sabiñánigo. Junto a algunos que los promotores entienden como lógicos para evitar daños a especies protegidas, como no dar información sobre los nidos de quebrantahuesos o evitar las afecciones a la rana pirenaica, figuran otros que han provocado malestar. Uno de ellos es la obligación de retirar todos los restos del desbroce y podas y llevarlos a un vertedero, en lugar de dejarlos en el monte. Otro, la obligación de sustituir los postes actuales que sustentan señales direccionales.

Los presidentes de las comarcas promotoras (La Hoya de Huesca, Alto Gállego y Sobrarbe) han solicitado una reunión urgente con el director provincial de Desarrollo Rural para hablar de estos condicionantes. La decisión se ha tomado en una reunión celebrada este miércoles en la Diputación de Huesca a la que han asistido representantes de las entidades e instituciones implicadas.

Muy crítico con el documento se ha mostrado el presidente del patronato del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Modesto Pascau, ya que se complica la ejecución de los trabajos, que se quieren terminar este mismo año. Pascau se ha referido a la compleja burocracia que debe sortearse. “Hemos tenido que pedir permiso a todo el mundo, menos al obispo”. Por una parte se solicitó autorización al Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) y por otra al Servicio Provincial de Desarrolo Rural, según si eran tramos de paso por el Parque Natural de Guara, el Parque Nacional de Ordesa, espacios de la Red Natura o montes de utilidad pública.

La recuperación del sendero histórico de San Úrbez se topa con 28 trabas ambientales

Reunión celebrada este miércoles en la Diputación de Huesca para hablar del sendero. Foto: Pablo Segura.

Curiosamente, no ha habido problemas en Ordesa, el espacio de mayor protección, pero la última autorización, la del servicio provicial, impone muchas limitaciones. A juicio de Pascau, “o no se han leído bien el texto o no lo han leído ni bien ni mal”, pues el proyecto únicamente plantea “la limpieza y acondicionamiento de un camino ya existente”. “Parece que las personas estorbamos en el medio natural. Tiene que ser disfrutado por los ciudadanos y para ello tiene que estar en condiciones de disfrute”, ha valorado al comentar la resolución, instando a que las administraciones públicas, autonómicas o estatales, “faciliten la vida en los pueblos pequeños”.

Pegas en lugar de facilidades

Pascau ha criticado sobre todo la exigencia de retirar los restos de desbroce a un vertedero. “Solo se recogen cuando se hacen pistas porque acceden vehículos grandes, pero en un camino, se dejan ladeados o separados 2 metros. Es una norma de imposible cumplimiento”. Esto contrasta, ha añadido, con una de las normas del Parque de Guara, que obliga recuperar caminos históricos. “Parece que alguno no quiere que queramos limpiar un camino, cuando tendría que ser al revés. Tendrían que dar facilidades, no poner pegas”. Al mismo tiempo, ha denunciado la tardanza en conseguir los permisos, que hacen peligrar la financiación si vencen los plazos sin haber certificado la obra en esta anualidad.

Este antiguo camino de romeros tiene interés medioambiental pero también histórico. Discurre desde la ermita de San Úrbez, en Añisclo, hasta la iglesia de San Pedro, en Huesca, donde hay una imagen del santo en su capilla, pasando por bosques, gargantas, cortados y cumbres, por pueblos como Vió, Buerba, Albella, Laguarta, Nocito y San Julián de Banzo, que conservan su estructura original, y por otros deshabitados como Campol o Chibluco. También por la ermita de San Martín de la Val de Onsera, donde habitó como monje y fue ordenado sacerdote. El trazado se divide en seis etapas a lo largo de más de 126 kilómetros para conectar transversalmente el Pirineo con Huesca a través de las sierras exteriores. El actual camino une también tres obispados y tres ermitas e iglesias vinculadas a San Úrbez, que vino desde Francia en el siglo VIII. Su imagen corona el pico de Guara y en torno al cual hay una gran devoción popular.

El proyecto pretende “sacar del olvido” el recorrido que hacían antes los ganados entre los pastos estacionales y comunicaba los pueblos para convertirlo en un sendero turístico que conecte la capital de la provincia con el Parque Natural de Guara y el Parque Nacional de Ordesa. Se han comenzado los trabajos en la cuarta etapa, de Laguarta a Nocito.

"Una de las zonas más deprimidas de la provincia"

Las actuaciones incluyen el desbroce, limpieza y consolidación de la vía para facilitar el tránsito, así como la colocación de escaleras en algunos puntos y la señalización. La inversión prevista para este año ronda los 160.000 euros.

Los representantes de las tres comarcas promotoras también se han mostrado críticos con la resolución de la DGA. El alcalde de Nueno, Guillermo Palacín, ha valorado que se trata de “un proyecto muy importante” en “una de las zonas más deprimidas de la provincia”, entre ella la Guarguera. “Agradecemos que el Gobierno autonómico dé la autorización, pero ha puesto unos condicionantes que prácticamente hacen irrealizable la obra”, ha dicho. Confía en ponerse de acuerdo con la DGA, “pese a este tropezón”.

Por su parte, el presidente de la comarca de Sobrarbe, Enrique Campo, insiste en que “complica y encarece” la actuación. “No vamos a destruir nada sino a conservar nuestro patrimonio”, ha aclarado. “Era un sendero histórico que ya existía y lo que queremos es señalizarlo, recuperarlo y promocionarlo”, ha dicho, Lourdes Arruebo, presidenta del Alto Gállego.

La actuación es apoyada por la Federación Aragonesa de Montañismo. “Se trata de recuperar y limpiar los caminos que toda la vida se han empleado para comunicar los pueblos. Procuramos dar un poco de vida a una zona que se ha deshumanizado, con pueblos abandonados y sendas que ya no se usan y que al no mantenerlas se las ha comido la vegetación”, ha explicado su vicepresidente, Manolo Bara. “No hablamos de abrir autopistas sino de recuperar un patrimonio”.

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