Los abogados de los militares piden que se restituya su honor y estudian una querella

Creen que se ha puesto en entredicho la imagen de la Guardia Real y "la buena relación de Jaca con el Ejército"

Los abogados al entrar en la sala donde se celebró el juicio
Los abogados al entrar en la sala donde se celebró el juicio
Pablo Segura

Abogados de los seis militares de la Guardia Real absueltos por la Audiencia Provincial de Huesca del delito de lesiones del que se les acusaba por su participación en una trifulca en la zona de bares de Jaca, no descartan la presentación de una querella por falso testimonio contra alguna de las personas que declararon en el juicio. Julio Merino, defensor del capitán José Ignacio A. y del sargento Antonio S. C., ha manifestado que la sentencia hecha pública este martes deja claro que la única intervención de estos mandos de la Guardia Real fue colaborar con la Policía para detener los incidentes violentos.

Este letrado cree que la "construcción arbitraria de los hechos" ha puesto en entredicho no solo el honor de sus clientes sino la imagen de ese cuerpo, "y también el nombre de Jaca, una ciudad que siempre ha tenido buena relación con el Ejército". En la vista oral, celebrada la primera semana de febrero, se pidió que se dedujera testimonio de uno de los citados por la acusación. El tribunal lo desestimó y remitió a los abogados a esperar a la sentencia. Según Merino, se está estudiando denunciar a esa persona por falso testimonio.

Otro defensor, José María Gómez Rodríguez, representante de David R. P., ya ha anunciado una querella por denuncia falsa "en cuanto la sentencia sea firme". Según él, el tribunal ha dado la razón a su argumentación. "Descarta que mi cliente estuviera presente, ni en el episodio inicial ni en el posterior, y eso se toma como base para deducir que tampoco hay seguridad de que lo estuvieran los demás militares". La Audiencia también da por probado, según él, que cuando llegó la Policía al lugar las personas que había allí retenían a Habib para que fuera identificado. Al mismo tiempo ha negado una motivación racista, "como ya descartó el juez de instrucción".

La noticia de los incidentes publicada en su día llegó al coronel jefe de la unidad, que ordenó a uno de los acusados, el entonces capitán, "que intentara solucionar el asunto porque se estaba enturbiando y tenemos el deber de cuidar la imagen de la Guardia Real", declaró en el juicio. Internamente también abrió una investigación con un interrogatorio "muy severo" que se resolvió sin ninguna sanción disciplinaria "porque no se logró clarificar lo que había ocurrido". No obstante, para él los hechos sí tuvieron consecuencias, ya que fue trasladado de destino y además evitó volver a Jaca.

Por su parte, Clara Blanc, la abogada de la acusación particular, está estudiando un posible recurso contra la sentencia. Representa a Habib B. y Juan Carlos A. G., las presutas víctimas de la agresión.

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