"Nadie controla lo que se echa en los campos"

Vecinos de Plasencia del Monte siguen comprando agua embotellada y piden un abastecimiento "para tener calidad de vida"

Vecinos de Plasencia del Monte junto a la fuente con el cartel 'Agua no apta para el consumo'
"Nadie controla lo que se echa en los campos"
Pablo Segura

Son pocos pero necesitan agua. Después de 15 meses haciendo acopio de garrafas desde los supermercados de Huesca o Ayerbe, los vecinos de Plasencia del Monte decidieron movilizarse y hacer visible un problema que, aunque extendido, no deja de ser grave. A finales de agosto de 2018 alzaron la voz y consiguieron que el Gobierno de Aragón, a través de la empresa pública Sarga, colocara dos cisternas de 1.000 litros que los bomberos de Huesca iban rellenando cuando hacía falta.

Aún así, continúan comprado agua. "La del depósito está sucia, llenamos garrafas y la usamos para cocinar, pero para beber no", comenta Isabel Treviño. En su casa, con cuatro de familia, una botella de 8 litros le dura muy poco, "y si se emplea para guisar no llega al día". "Los fines de semana y los festivos, que nos juntamos ocho personas, se me van 10 o 12 litros", apunta Marga Tresaco. El agua del grifo es para lavar, limpiar y ducharse y "aunque un par de tragos no tienen por qué producirte algo malo no es apta para el consumo", apostillan.

Rubén Tejada, presidente de la Asociación de Vecinos, destaca que los depósitos de plástico son "una solución para un reventón que te deja cuatro semanas sin agua, pero no para cuatro meses". "El agua no tiene calidad, está hiperclorada", añade.

Los más jóvenes piensan sobre todo en los mayores, bastantes entre los 78 vecinos del pueblo. "Estar escaleras y agua para arriba, para abajo, ve a la fuente, aguanta la garrafa con el peso… y ahora en invierno se hiela el suelo", comentan.

Si hay algo positivo en esta situación es la unión vecinal y la decisión de llegar a todas las instancias para reclamar una solución. Dolores Montaner, Anabel Sanz y Rubén Tejada llevaron la reivindicación a la Comisión de Ciudadanía y Derechos Sociales de las Cortes de Aragón.

Todos defienden que disponer de un abastecimiento de agua es necesario "para tener calidad de vida", pero insisten en que "si no se controla el uso de nitratos en el campo, lo que tenemos es una gotera y no paramos de cambiar el suelo". Según Tejada, "controlar qué echan y cuándo lo echan ya no depende de nosotros y las responsabilidades de la gestión están muy diluidas".

Iván Alfonso coincide con Tejada. No se trata de la abundancia de granjas y cultivos sino de la gestión. "El purín ha sido oro para el campo, pero depende de cómo lo utilices", comentan.

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