El informe psiquiátrico del tío de Naiara determina que era responsable de sus actos cuando la mató

La juez aceptó la petición de la defensa para realizar un estudio con objeto de acreditar si el tumor en la cabeza que padeció pudo influir en su comportamiento

Imagen de Iván Pardo en su última declaración en el juzgado de Jaca
Imagen de Iván Pardo en su última declaración en el juzgado de Jaca
Laura Zamboraín

Iván Pardo era consciente de sus actos cuando mató de una brutal paliza a su sobrina Naiara, de 8 años, según concluye el estudio psiquiátrico practicado al asesino confeso de la niña, crimen que cometió en Sabiñánigo en julio de 2017. El informe determina su imputabilidad, es decir, señala que obró con voluntad y lucidez, que era conocedor de sus actos y de las consecuencias de los mismos. "No hay signos de patología psiquiátrica que le alteren sus capacidades cognitivas, intelectivas ni volitivas", señala.

En el examen realizado en la prisión donde está internado, los especialistas le preguntaron si ese día le había ocurrido algo en particular o si habia consumido alcohol o drogas. Él contestó que hizo "muchas cosas" y que se iba a ir con su novia a las fiestas de San Fermín de Pamplona. Por otra parte, los psiquiatras inciden en que trabajaba como guarda de seguridad, y por lo tanto previamente tuvo que pasar un proceso de capacitación.

Iván Pardo está acusado de los delitos de asesinato y violencia física y psíquica habitual. En su momento, ya fue sometido a un examen mental por parte de dos forenses adscritos al partido judicial de Jaca, pero el objeto del mismo era distinto, justificó la juez del caso, ya que se trataba de «un informe sobre el estado mental en general». Este revelaba un estado depresivo reactivo a los acontecimientos, "pero no constituye un informe de imputabilidad", matizó la magistrada, por lo que ordenó que dos médicos adscritos al Instituto de Medicina Legal emitieran un informe para averiguar si padecía una patología de base que pudiera afectar a sus capacidades intelectivas y volitivas.

El informe de imputabilidad se ha realizado en la prisión de las Dueñas (Palencia), a la que el detenido fue trasladado el pasado verano desde el centro penitenciario de Álava para garantizar su seguridad frente a posibles agresiones.

La defensa de Pardo había pedido un informe de los forenses para acreditar si un tumor en la cabeza del que fue intervenido en el año 1999 hubiera podido tener alguna incidencia en su comportamiento y, en base a ello valorar su imputabilidad. Esta parte también quiso unir a las diligencias una resonancia magnética que se hizo en octubre de 2017 y un informe sobre la visita a un especialista en neurología en la prisión de las Dueñas. En un auto emitido por la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Jaca el pasado mes de noviembre, admitió la realización del informe pericial de imputabilidad, pero rechazó, "dada su falta de concreción" el documento relacionado con una posible futura visita a un especialista de neurocirugía.

El próximo paso en la instrucción de este caso es la declaración de la madre y el hermano del investigado, acusados de un presunto delito de violencia psíquica y física habitual. Será la primera de ambos en sede judicial, tras acogerse en su día a su derecho de no testificar. La comparecencia, prevista inicialmente para el 25 de enero, se retrasó al 13 de febrero.

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