Las obras para dotar de mejores condiciones de seguridad al castillo de Monzón están a punto de finalizar. Tras dos meses de trabajos y con una inversión de 62.194 euros, los trabajos se han acometido tratando de no alterar demasiado la fisionomía de esta fortificación.

El alcalde de la localidad, Álvaro Burrell, y el concejal de Urbanismo, Gonzalo Palacín, han visitado esta semana la zona para comprobar de primera mano el estado de las obras, que se prevé finalicen en los próximos días.

Ahora, los visitantes del castillo podrán conocer la zona con mayor seguridad y, al mismo tiempo, no se ha desvirtuado el aspecto de este enclave. En concreto, los trabajos han consistido en la colocación de una barandilla de acero en el cuerpo de guardia. También se ha retejado el edificio de los dormitorios, para evitar que se desprendan trozos de la cubierta. Además, se han colocado una protección alrededor del aljibe, en el acceso a la torre de Jaime I y en las baterías de Santa Bárbara y Santa Quiteria.

Para ejecutar estas obras se ha utilizado una grúa que se desmontará en los próximos días pero manteniendo su estructura por si, según ha explicado Burrell, es necesario emplearla en un futuro.

Estos trabajos para mejorar la seguridad del castillo completan la lista de inversiones que se han hecho en este símbolo de Monzón. La intervención más reciente fue este verano, con la ampliación de la oficina de turismo situada al pie de esta fortificación. El Ayuntamiento corrió con este gasto, que rondó los 60.000 euros.

El resto de mejoras han sido llevadas a cabo con fondos bien del Ministerio de Cultura, que en los años 2017 y 2018 invirtió cerca de 1.200.000 euros, o por el de Hacienda, propietario actual del castillo y responsable de estos últimos trabajos acometidos.