La Guardia Civil propone retirar el permiso de armas al cazador que torturó a un zorro

El Seprona quiere evitar que pueda seguir cazando. A lo largo de 2018, instruyó diligencias por siete delitos de maltrato animal en la provincia

Dos fragmentos del vídeo
Dos fragmentos del vídeo
@PartidoPACMA

El cazador, cazado. El hombre de 35 años vecino de Huesca al que a finales de diciembre se le vio en un vídeo torturando hasta la muerte a un zorro durante una jornada cinegética, podría perder la licencia de armas y tener que dejar de cazar, si prospera la propuesta realizada por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Huesca, que ha solicitado que se le retire el permiso.

La medida la plantea dentro del expediente administrativo abierto, al margen de la correspondiente investigación judicial por un delito de maltrato animal, que puede suponerle hasta 18 meses de prisión y cuatro años de inhabilitación para la tenencia o el comercio de animales.

En el informe dirigido a la Delegación del Gobierno en Aragón, el órgano competente para autorizar la retirada del permiso y fijar la duración de la medida, el Seprona habla de la comisión de una infracción grave al reglamento de armas. El presunto autor debía renovarlo justo ahora. "Si se le retira la licencia debería depositar la escopeta en la intervención de armas, con lo cual tendría que dejar de cazar", explica Antonio José Jiménez, que como teniente jefe del Seprona de Huesca dirigió la investigación hasta dar con la identidad del hombre, un vecino de Huesca, al que se ve en el vídeo pisoteando y lanzando al aire al animal salvaje.

Las imágenes las captó un compañero de batida, y el autor del delito se jactó de su ‘hazaña’ colgándolas en su perfil de Facebook. No cayó en que se convertiría en la principal prueba de cargo contra él. "Aquí no hablamos del testimonio de una persona que cuenta qué ha visto. En las imágenes se observa perfectamente cómo se desarrollan todos los hechos y encima el autor queda plenamente identificado. Vídeos como este que nos envía la gente son fundamentales", afirma el teniente, quien añade que "la actitud de esta persona escapa al deporte de la caza y tiene cabida en el delito de maltrato a una especie asalvajada".

El Seprona ha remitido las diligencias al juzgado decano para su reparto. Del proceso judicial están muy pendientes la Federación Española de Caza y el Pacma (Partido Animalista). La primera mantiene su intención de personarse como acusación particular cuando se concrete el juzgado que llevará el caso. "Nos vamos a personar como interesados en el trámite administrativo y como perjudicados en el juzgado", aclara un portavoz de la federación, que reitera que propondrá a los gobiernos autonómicos que actitudes como esta conlleven la pérdida de la licencia de caza de por vida y de la tarjeta federativa.

En cuanto al proceso penal, Ana Bayle, responsable del departamento jurídico de Pacma, advierte de que "ya sabemos cómo acaba. Nunca llegan a ir a prisión, aunque los antecedentes ahí estarán". Para ella lo importante es "si le pueden quitar la licencia de caza y el arma, y sería deseable que indefinidamente".

El último de siete casos

El del zorro es el último caso de maltrato animal tramitado por el Seprona de Huesca, que en todo 2018 instruyó diligencias por siete posibles delitos, con nueve detenidos o investigados. En varios, las víctimas eran animales domésticos. Es el caso de una mujer que mató a un perro de un disparo justificando que la mascota tenía comportamientos agresivos. Las pesquisas se iniciaron a raíz de comentarios en las redes sociales. Y también fue fundamental la colaboración ciudadana para localizar a un perro ahorcado y desnutrido al que se había atado a una cadena cuando dejó de servir para el pastoreo.

La Guardia Civil propone retirar el permiso de armas al cazador que torturó a un zorro

El Seprona intervino el año pasado en varias explotaciones ganaderas donde los animales estaban muriendo de inanición

Igualmente se ha investigado a ganaderos por descuidar a sus reses. Uno dejó sin comida ni agua a un rebaño de 300 ovejas y cabras en una paridera de Ontiñena. Muchas fueron halladas muertas y el resto tuvieron que ser sacrificadas por sus pésimas condiciones, muy delgadas y débiles, prácticamente agonizando.

Dos días antes de difundirse el video del zorro, surgió otro similar al anterior. El Seprona localizó en una granja de ovejas animales encerrados sin comida ni agua, algunos agonizantes y otros muertos.

Según el teniente Jiménez, se detectaron gracias a las inspecciones que los agentes realizan periódicamente en explotaciones ganaderas. "No esperamos a que alguien nos llame para decirnos que los animales están sufriendo sino que hacemos inspecciones en todas las explotaciones para detectarlos. Afortunadamente, lo normal es que los ganaderos cuiden a sus animales. Y si detectamos alguna irregularidad, volvemos para controlar las medidas correctoras", asegura.

La influencia de las redes sociales

El teniente jefe del Seprona cree que el vídeo del zorro ha puesto de manifiesto el papel de las redes sociales para detectar casos de maltrato animal. Esta unidad especializada las tutoriza para descubrir a través de internet posibles delitos o información alertando de ellos. Pero además, la sensibilización social ante hechos de ese tipo ha disparado la colaboración ciudadana. Fue precisamente una persona cercana al investigado quien alertó a la Guardia Civil, que inmediatamente descubrió el vídeo colgado en el propio Facebook del autor. Luego tuvo que identificarlo y dar con su paradero. "Enseguida nos avisan, bien por teléfono, el 062, o a través de nuestra web", indica el teniente Jiménez".

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