Urgen una rotonda en el peligroso cruce entre las nacionales 230 y 260 en Montanuy

El proyecto ha quedado bloqueado por la reforma integral de la N-230, que no tiene fecha prevista pero que deja en suspenso cualquier actuación puntual

Cruce de las dos carreteras nacionales, en el municipio de Montanuy.
Cruce de las dos carreteras nacionales, en el municipio de Montanuy.
Heraldo

El Ayuntamiento de Montanuy ha denunciado la peligrosidad del cruce entre las carreteras nacionales 230 (Lérida-Francia por el Valle de Arán) y 260 (Eje pirenaico), ya que la incorporación a la segunda de estas vías desde la primera en el sentido ascendente se tiene que realizar haciendo un stop en mitad de la carretera, taponando la circulación en ese carril y esperando un hueco en el sentido de marcha contrario. Y ello en una vía con un notable volumen de tráfico ligero y pesado y en un tramo con poca visibilidad.

Tras denunciar esta situación, los ayuntamientos aragoneses y catalanes vecinos, especialmente Bonansa, el propio Montanuy, Pont de Suert y Vilaller, y muchos usuarios que padecen la peligrosa maniobra cuando quieren acceder desde el Noguera Ribagorzana a los valles del Isábena y del Ésera, Fomento decidió hace ya un tiempo tomar cartas en el asunto y diseñó una rotonda para ordenar el tráfico. No obstante, el futuro acondicionamiento integral de la N-230 (que no tiene fecha prevista) ha evitado que esta actuación puntual se lleve a cabo al estar ahora en suspenso cualquier reforma parcial.

Una situación que denuncia la alcaldesa de Montanuy, Esther Cereza, quien reconoce que sus convecinos están muy contentos de la licitación del tramo entre Campo y el congosto de Ventamillo de la N-260, pero que recuerda que sigue hacia el Noguera-Ribagorza y que en la intersección con la N-230 se necesita "imperiosamente" la rotonda "que ordene el intenso tráfico existente y reduzca la enorme peligrosidad de este punto". Cereza apunta que hace ya más de dos años que la delegación de Fomento en Huesca empezó a desarrollar un proyecto para ejecutarla pero que en la actualidad se encuentra totalmente paralizado.

Pero, como subraya la alcaldesa, de momento la reforma y adecuación de la N-230 no pasa de ser un estudio y no hay fecha para la ejecución mientras que la intersección con la N-260 continúa siendo "una auténtica trampa". En este sentido, insiste en que más allá de la actuación integral en toda la nacional, los usuarios de esta carretera necesitan "intervenciones puntuales, concretas y no especialmente onerosas" que se hagan de forma inmediata para potenciar la seguridad de la vía "y una de ellas, imprescindible, es esta rotonda", porque en una carretera en la que pasan cientos de camiones y miles de coches al día no se puede estar pensando en hacer un stop en mitad de la calzada.

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