Graus vive una Feria de Santa Lucía pasada por agua

De los 80 stands previstos se quedaron en unos 60, aunque la lluvia no frenó los momentos de animación.

Feria de Santa Lucía en Graus pasada por agua.
Feria de Santa Lucía en Graus pasada por agua.

Los grausinos comprobaron este jueves el cumplimiento de esa antigua sentencia que dice que para Santa Lucía, o frío o lluvia. No se sorprendieron porque, con puntuales excepciones dignas de figurar en los anales, el refrán se suele cumplir y este año ha sido el agua, caída de forma casi ininterrumpida en un fino calabobos, la protagonista en lo climático de una jornada que para los habitantes de la villa ribagorzana es siempre, desde el lejano siglo XVII, un día de feria.

Las previsiones meteorológicas ya apuntaban la entrada de un frente húmedo que iba a descargar con casi total seguridad sobre la zona y esa certeza hizo que algunos de los feriantes que habían confirmado su presencia en Graus finalmente desistieran por lo que los ochenta stands previstos se quedaron en unos sesenta, cuyos propietarios aguantaron estoicamente unas inclemencias climáticas que restaron la siempre notable respuesta ciudadana al certamen.

Aún así, una relativa tregua hacia el mediodía permitió que las calles de la villa ribagorzana vivieran momentos de considerable animación con la presencia de numerosas personas llegadas desde todos los rincones de la comarca para participar en esta tradicional feria dedicada a la santa que cierra desde hace casi cuatrocientos años el calendario ferial ribagorzano.

Desde primeras horas de la mañana, combatiendo a la niebla reinante en ese momento, trocada casi inmediatamente en una fina lluvia, los sesenta puestos feriales ofrecían su habitual mercadería de ropa, calzado, menaje del hogar, aperos, maquinarias diversas, objetos de artesanía, juguetes, flores y plantas y comestibles y volvieron a convertir a la feria grausina en un punto de encuentro de gentes de toda la comarca en un día de reencuentros, abrazos y conversaciones distendidas que desafiaban al tiempo.

La fidelidad de los ribagorzanos a esta feria de Santa Lucía tiene algunas explicaciones más allá del tema de la preservación de una tradición secular: el certamen anuncia la inminencia de las fiestas navideñas y, ya bien avanzada la segunda década del siglo XXI, mantiene vivas las características que animaron su creación en 1628. La feria de Santa Lucía sigue siendo todavía hoy cita obligada para los habitantes de prácticamente todos los rincones de Ribagorza que ven en este certamen un jornada ideal para que puedan juntarse los parientes y amigos y compartir todos juntos unas horas con el gozo del reencuentro antes de que las condiciones climáticas hagan más dificultoso el trayecto por las carreteras de la zona mientras se realizan esas compras de última hora bien en los puestos que jalonan las calles de Graus, bien en las numerosas y bien surtidas tiendas grausinas.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión