La exitosa ruta sobre crímenes de Huesca vuelve a las visitas guiadas

Empezó como una propuesta original y pocas semanas se ha convertido en la más demandadas de las rutas guiadas de la capital. El escritor oscense Óscar Sipán guió este jueves una nueva visita por la Huesca Negra, con el aforo limitado a 100 asistentes para evitar la aglomeración del pasado puente de Todos los Santos, con 600 personas. Este viernes, a las 20.00 y en el marco de la Feria del Libro Aragonés de Monzón, ofrecerá una charla sobre los crímenes en el Cinca Medio.

El narrador está un tanto abrumado por el gran interés que ha despertado esta propuesta, donde el relato de muertes y asesinatos se entrecruza con otros hechos y personajes de la ciudad a través de anécdotas y nombres propios que no están recogidos en las guías turísticas. Para su primera visita por la Huesca Negra, en septiembre, Sipán eligió cuatro sucesos. Tres ocurrieron en los años 80 y estaban vinculados a las conversaciones familiares de su infancia. El cuarto fue en 1912 y pasó en el edificio de la calle Doña Petronila donde él vive.

Sipán continuó investigando en hemerotecas y archivos judiciales. Así descubrió que en 1917 habían hallado el cadáver de otro niño en la misma calle. Pero lo sorprendente fue que en la ruta de noviembre, entre puerta y puerta, un hombre se acercó para contarle que en 2005, cuando rehabilitó su casa, enterrado bajo el suelo de corral apareció el un cuerpo de un niño de unos 10 años. "La Policía Científica le dice que los restos tendrían entre 80 y 90 años, justo la época de los otros", comenta el escritor. Lo curioso es que el hallazgo se produjo en la calle Petronila. "Puede que se tratara de un criminal en serie, pero nadie lo investigó a fondo", comenta el escritor.

Los documentos estudiados también revelan que en aquellos tiempos raro era el mes en el que no aparecía el cuerpo de un bebé en los ríos más cercanos a Huesca. "Normalmente no se encontraba a quién lo había hecho y los infanticidios protagonizaron muchos juicios entonces en toda España", agrega Sipán.

En su búsqueda, el novelista ha constatado que a principios del siglo XX "todo el mundo iba armado en Huesca", una ciudad de 12.000 habitantes. Al contrario de lo que pudiera parecer, entonces había tantos sucesos como ahora, pero no se tenía información sobre ellos. "Y cuando lees las sentencias ves que son tus apellidos, los de tus vecinos... En pueblos de 100 habitantes han pasado cosas tremendas", destaca.

Sin profundizar mucho, encontró 100 crímenes en la comarca de Huesca, unas 20 condenas a muerte en la provincia (a veces por garrote vil), muchas cadenas perpetuas así como cuatro a cinco alcaldes y varios concejales asesinados. "Y algunas historias para películas, como la de uno que mató a su hermano y lo tuvo escondido en el huerto de su casa. Tras 20 años se dio cuenta de que el finado no estaba en el camposanto y cuando lo llevaba al cementerio, lo cogieron", explica.

Igualmente, se ha topado con muchos casos de violencia de género. "Había una refrán ‘Mía o de la tumba fría’, que hemos llevado marcado a fuego y de ahí venimos", apunta Sipán.

En cuanto al interés que despiertan estas rutas, señala que "todos somos morbosos, pero también estamos cansados de que nos cuenten siempre lo mismo". En su opinión, el modelo turístico está agotado y hay que darle una vuelta, que a veces está en las historias, "un patrimonio que no se usa". Él apuesta por las conexiones reales, como la de que uno de los primeros diputados del PSOE fue el sastre de Yuri Gagarin, porque lo más le apasiona es la anécdota escondida tras la historia con mayúsculas.

Pero no todo son crímenes. Este sábado, a las 19.30, Sipán guiará una ruta organizada por el Ayuntamiento para conocer ‘Curiosidades de la ciudad de Huesca’.