Ganaderos de España y Francia se organizan contra la liberación de osos en el Pirineo

Existe una preocupación creciente por los tres ataques en el valle de Roncal y la probable presencia de una de las osas liberadas en Ansó

Encuentro mantenido por los ganaderos en Jaca
Encuentro mantenido por los ganaderos en Jaca
Heraldo

La política de reintroducción de osos en Francia y los ataques ocurridos tras la última liberación de animales en el Pirineo occidental, han llevado a los ganaderos de Francia y España a organizarse y a crear una asociación transfronteriza, a corto plazo, para trabajar conjuntamente. Una veintena de representantes del sector ovino extensivo se reunieron el pasado jueves en Jaca, preocupados por la situación generada tras la suelta, "unilateral e irresponsable", de dos osas en territorio francés el pasado mes de octubre.

El encuentro estuvo marcado por los tres ataques que ya se han producido por parte de una de esas osas en el valle del Roncal y por su "probable" presencia en territorio aragonés, concretamente en el municipio de Ansó. "Esta situación pone en grave riesgo el pastoreo en el Pirineo, principalmente con ganado ovino, así como el modo de vida tradicional, sus tradiciones, sus producciones y sus razas autóctonas", señalan en un comunicado. Los ganaderos creen que también se verán afectados los ecosistemas pirenaicos, ya que la disminución del pastoreo conllevará un cambio drástico en el paisaje y en la biodiversidad.

Preocupa que las dos osas estuvieran preñadas porque, añaden, "nos lleva a pensar que dentro de 10-15 años habrá una importante presencia de osos en el Pirineo occidental, similar a la actual en el Pirineo Central, que hará imposible el desarrollo de la actividad ganadera extensiva, ya que se está demostrando que estos animales introducidos tienen un comportamiento mucho más agresivo que los autóctonos".

"No se informa del riesgo"

Los ganaderos se muestran muy críticos con el papel de la Administración,"que solo sabe actuar a posteriori y con nulo respeto a los intereses de los ganaderos". Se quejan de que "ni tan siquiera se informa de las situaciones de riesgo para sus rebaños y a quienes habitualmente cuestiona, cuando no les miente". La situación es más grave en Aragón "por la falta de medios económicos, propuestas y capacidad de gestión que ha demostrado nuestra administración". Y es que mientras los gobiernos de Francia y Cataluña están recibiendo fondos europeos del programa Life y dan subvenciones de hasta el 70% para la contratación de pastores, Aragón, que se opuso a participar en los planes de reintroducción, soporta la presencia de los animales salvajes sin las mismas compensaciones.

También hablaron de las trabas que se encuentran día a día: limitaciones en la construcción y mejora de alojamientos ganaderos y de infraestructuras como accesos y refugios (muchas veces por las restricciones en espacios naturales), la alarmante presencia de perros sueltos en las zonas de pastoreo, la falta de respeto de los visitantes por el ganado, cierres y refugios, o problemas con el uso de los perros de protección de los rebaños. "Muchas de estas restricciones entran en colisión con las medidas que propone la propia administración para la protección de los rebaños ante la presencia de los carnívoros, lo que no deja de ser contradictorio".

Por todo ello, los asistentes a la reunión de Jaca han decidido organizarse en defensa de sus intereses y del sistema tradicional de pastoreo del Pirineo, que ahora ven amenazado, "así como para poner en valor ante los ciudadanos el trabajo diario de nuestros ganaderos y los productos y beneficios que generan". 

Los últimos ataques

La reunión se precipitó tras los últimos ataques conocidos, en Navarra y en Aragón, y al saberse que el GPS de una de las dos osas liberadas por el Gobierno francés al otro lado del paso del Somport la situó en los valles de Ansó y Hecho. Al parecer, la otra se ha alejado hacia la zona de Lourdes. La preocupación va en aumento, afirman. "Pensábamos que las osas no pasarían tan pronto al lado español. Esto nos puede complicar mucho la vida. Tendremos que cambiar de hábitos o abandonar determinadas zonas de pasto por falta de medios para atender los rebaños", ha señalado Antonio Casajús, del valle de Hecho.

El pasado 26 de octubre se produjo un ataque en Aísa, que según la DGA fue obra de Neré, un ejemplar asentado en la zona hace años, o de alguna de las dos osas liberadas a principios de octubre. El 12 de noviembre hubo otro en la localidad navarra de Uztárroz, atribuido a una de ellas por el Gobierno Foral, que se quejó de que las informaciones recibidas del país vecino no permitían conocer con detalle sus movimientos y por lo tanto establecer medidas específicas de prevención.

Los ganaderos franceses explicaron en Jaca las intensas movilizaciones llevadas a cabo en su país, protestas que no sirvieron para paralizar la reintroducción. Advirtieron además de que su gobierno quiere seguir adelante con las sueltas.

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