Los accidentes de montaña este verano suman 20 fallecidos, un 53% más que el año pasado

La Guardia Civil atribuye este aumento a las condiciones de peligrosidad de la montaña y los barrancos por la nieve y las lluvias.

En el centro de la imagen, el teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Huesca.
En el centro de la imagen, el teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Huesca.
R.G.

Este verano ha sido especialmente luctuoso en la montaña y los barrancos de la provincia de Huesca. La campaña estival de los grupos de rescate de la Guardia Civil, del 1 de mayo al 31 de octubre, se ha saldado con 20 personas fallecidas, siete más que el año pasado en este mismo periodo, lo que supone un incremento del 53% respecto a 2017.

El número de personas auxiliadas por los especialistas de Montaña también aumentó: se llevaron a cabo 340 rescates con 580 atendidos, un 12% más que el verano pasado. Igualmente, se incrementó en un 6,25% la cifra de heridos (un total de 255) y en un 56% la de ilesos (350).

El teniente coronel jefe de la Comandancia de Huesca, Francisco Javier Vélez, recordó ayer que cuando finalizó la temporada de invierno "ya se hizo un llamamiento para que se tuvieran en cuenta las condiciones en las que se encontraba la montaña, con gran cantidad de nieve y agua que hacían más peligrosas las condiciones en los Pirineos y Sierra de Guara debido a los caudales de los barrancos y la presencia de nieve donde habitualmente en época estival ya no la hay".

Vélez destacó que, debido a este incremento de accidentes, los cinco equipos de rescate de la provincia (Huesca, Jaca, Panticosa, Benasque y Boltaña) tuvieron que realizar varias intervenciones en un mismo día, lo que conlleva "un gran cansancio físico y psicológico". Asimismo, resaltó que ha habido rescates muy complejos, como el de un escalador de Cáceres herido que quedó colgado a unos 300 metros del suelo en el desfiladero de Montrebei (Tolva), ocurrido el 4 de mayo.

Otra de las intervenciones más dificultosas fue el rescate de 11 personas atrapadas en una cueva de la Foz de Fago, el 26 de mayo. El teniente jefe de la Sección de Montaña de Jaca, Santiago Gómez, recordó que tuvieron que refugiarse en una oquedad por el incremento del caudal del río. Hasta ellos pudo llegar un especialista, pero otros tuvieron que tuvieron que bajar por el cortado. Los barranquistas fueron rescatados al día siguiente, uno a uno y con la grúa del helicóptero desplegada al máximo (55 metros).

El perfil de las personas rescatadas corresponde al de un varón (59,3%) de entre 41 y 50 años (24%), que no está federado (68,7%) y que realiza la actividad sin guía profesional (94,5%). En un 56,5% de las ocasiones sufre un accidente por sobreestimación de sus posibilidades, seguido de la falta de nivel técnico (50%) o escasa preparación física (38,5%). Otra de las causas más comunes es la carencia en la planificación de la actividad (21,60%).

Cruzar un nevero en zapatillas

Vélez señaló que hay imprudencias y que muchas personas no tienen la preparación suficiente para hacer las actividades que hacen en alta montaña. "Hay personas que sobreestiman sus capacidades y desoyen las recomendaciones que repetimos continuamente, porque no se puede cruzar un nevero en zapatillas".

Del total de personas auxiliadas este verano, un 22% eran extranjeras mientras que un 22% procedían de Aragón. Es por ello que el teniente coronel planteó ayer la conveniencia de que las campañas de prevención de accidentes en el medio natural tengan una proyección nacional e internacional. Y que, en este último ámbito, se dirijan sobre todo a Francia, país del que provienen muchos de los rescatados.

Entre las actividades que provocan mayor número de accidentes destacan, el senderismo (34,1%), la actividad en alta montaña (27%) y el barranquismo (18,5%). El 34,7% se produjeron por tropiezos y caídas a nivel del suelo y el 13% se debió a problemas físicos. Asimismo, se registró un 8% de extravíos y el mismo porcentaje por caídas en vertical, "sobre lo que ya alertamos en la campaña anterior por la numerosa existencia de neveros" .

El comandante jefe de la Unidad Aérea de Huesca, Alberto Rodríguez, explicó que el helicóptero con el que se opera en la provincia "se ha actualizado a la última versión para ganar rendimiento en el trabajo en altura", es decir, específicamente para el rescate en montaña. Está funcinando hace una semana y alcanza su máximo a 13.000 pies, "donde tenemos una capacidad de carga que supera los 230 kilos extras", dijo. La actualización ha costado casi un millón de euros.

La subdelegada del Gobierno de España en Huesca, Isabel Blasco, insistió "en la prudencia, la responsabilidad y el respeto hacia el medio natural".

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