“Un mal guía de montaña nos puede matar”

En las IV Jornadas de Derecho y Montaña se ha debatido sobre el intrusismo profesional en montaña.

Mesa debate sobre el intrusismo en la montaña.
“Un mal guía de montaña nos puede matar”
Heraldo.es

Un intenso debate sobre el intrusismo profesional en montaña ha servido de broche para las IV Jornadas de Derecho y Montaña celebradas en Jaca y organizadas por el Colegio de Abogados de Huesca. Más de medio centenar de abogados, juristas, guías, responsables de la Guardia Civil, de la Policía Nacional y empresarios del sector han debatido durante dos días sobre la problemática y soluciones en el Turismo Activo, que en Aragón, supone un ancla contra la despoblación y cuyas empresas son vector de desarrollo en un medio hostil, bello y necesario de reactivación económica.

En la mesa debate sobre el intrusismo profesional, José María Rivarés, juez del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Hellín (Albacete) ha afirmado que “un mal guía nos puede matar” y que “los poderes públicos hacen una labor de omisión en perseguir el intrusismo”. Y Antonio Usieto, Capitán de la Guardia Civil, ha recordado que “siempre que hay un rescate, hay investigación”. Por su parte, Joseph Bonson, Comandante del SDIS 64 del Departamento de Pyrénées-Atlantiques ha explicado que en Francia cuando la actividad de montaña no está remunerada, no está perseguida.

Tras este debate ha tenido lugar la lectura de conclusiones. Ángel García, decano del Colegio de Abogados de Huesca, ha subrayado que la conclusión general es que “se armonice la legislación para tener un instrumento eficaz que nos permita tener más seguridad en la montaña”. Pero además también se ha puesto de manifiesto que las Administraciones deben de asumir que las actividades en el medio natural constituyen una cuestión de su responsabilidad y por tanto, de seguridad ciudadana y que es precio habilitar procedimientos comunes y claros para que éstas faciliten una certificación de calidad y seguridad de las empresas de turismo activo. Igualmente, y según las conclusiones de las jornadas, es necesario regular de forma común y clara tanto la clasificación de las actividades como la formación y la titulación que habilite para el ejercicio profesional y empresarial de las mismas. Y regular por encima de los intereses económicos porque están en juego la vida de las personas. Igualmente es preciso potenciar el control e inspección de las actividades de turismo activo, dotando de más medios y más formación a los encargados de hacerlas.

En estas jornadas, también se ha hablado de la estructura organizativa y funcional del Observatorio de la Montaña, propuesto por el Gobierno de Aragón, que “carece de un órgano con capacidad técnica para elaborar los informes que sirvan a los fines y cometidos del propio Observatorio”. En este sentido Ángel García ha apuntado que es un proyecto “bien intencionado, pionero y que puede ser útil, pero en este foro se ha puesto de manifiesto que hay cosas que se pueden ser merorables, por eso proponemos mejorar la eficacia del observatorio”.

Por último, el abogado y director de las Jornadas Derecho y Montaña, José María Orús, ha dicho que las conclusiones son enviadas a las administraciones, “aunque la verdad es que sirve de poco” lo que genera cierta “amargura”. En el sector de la montaña “nos encontramos con que las comunidades autónomas regulan sin que nadie las armonice lo que implica una inseguridad jurídica” y fue especialmente crítico con que la Diputación de Huesca no “colabore en nada” con las Jornadas de Derecho y Montaña.

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