Las pisapistas y los cañones empiezan a trabajar en las estaciones, todavía sin fecha de apertura

Los centros del Pirineo mantienen su idea de intentar abrir a principios de diciembre. La última nevada deja hasta medio metro de nieve en las cotas más altas

Dos máquinas pisapistas trabajan en la zona de Gallinero de Cerler, a más de 2.000 metros
Dos máquinas pisapistas trajabando en la zona de Gallinero de Cerler, a más de 2.000 metros
Aramón

La cuenta atrás parece haber comenzado. A menos de un mes para que dé inicio la temporada de esquí, si los pronósticos se cumplen, las estaciones de del Pirineo han intentado exprimir al máximo tanto las últimas nevadas, sacando a trabajar las máquinas pisapistas, como el descenso de temperaturas, empezando a probar los cañones. Pese a ello, insisten en que, por ahora, la previsión con la que trabajan sigue siendo poder abrir a principios de diciembre.

Tras casi 24 horas de precipitaciones ininterrumpidas, los centros invernales llegaron a acumular este martes hasta medio metro en las cotas más altas y entre 15 y 20 centímetros en las zonas bajas, dejando "un paisaje invernal que nos encanta y que nos hace augurar una gran temporada", señalaron desde el grupo Aramón.

Unos espesores que se suman a los que ya habían caído durante el inicio del puente de Todos los Santos ya que aunque en la base de las estaciones ya no quedaba casi nada, en las cumbres sí que se conservaba un buen remanente. Tanto que en cotas altas de Cerler, como el pico Gallinero a más de 2.000 metros, las máquinas han empezado con las primeras labores de acondicionamiento de las pistas. Desde Aramón recalcaron que estos trabajos sirven sobre todo para facilitar el acceso del personal a estas zonas, a las que suelen desplazarse en motos de nieve, además de contribuir a crear la base de las pistas.

Las pisapistas y los cañones empiezan a trabajar en las estaciones, todavía sin fecha de apertura

En Astún, además de amanecer completamente blanca con espesores de hasta 20 centímetros en las zonas más elevadas de la estación, el frío también permitió activar los cañones para empezar a hacer pruebas. Andrés Pita, subdirector general, admitió que estas últimas nevadas les hacen ser "muy optimistas", pero también hizo un llamamiento a la cautela "porque es muy pronto y todavía pueden cambiar las condiciones si de repente llegan unos días de lluvia o de calor". De hecho, la previsiones apuntan a que podrían llegar nuevas precipitaciones al Pirineo pero ya más débiles y con la cota en ascenso.

Se amplía la promoción del 25%

Esta última nevada también ha animado a las estaciones a alargar una semana más, hasta el 12 de noviembre, la oferta de lanzamiento para adquirir con un 25% de descuento el nuevo abono único de temporada Ski Pirineos, que permitirá disfrutar de 390 km.

También desde la Asociación de Espacios Nórdicos se congratularon de los casi 30 centímetros caídos en Llanos del Hospital, otros 13 en Lizara y 5 en Pineta.

En cuanto a los refugios de montaña, en Cap de Llauset, a 2.425 metros, pasaron de 11 a 57 centímetros en solo 24 horas, y el de Ángel Orús (2.150 metros) midió ayer 51 centímetros, 33 más de lo que tenían el lunes. La Renclusa, por su parte, aumentó en 30 centímetros (de 20 a 50) y, además, recomendó precaución a los montañeros y que vayan equipados con crampones, piolet e incluso raquetas. "Para los esquiadores de montaña aún hay mucha roca en superficie", avisaron.

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