"Estamos recibiendo amenazas por pintar la cruz del Aneto pero nosotros no hemos sido"

Sorprendidos y abrumados, pero con la conciencia tranquila. Así se sienten Gerard Subirà, guía de montaña del valle leridano de Boí, y Carla Vigo, montañera de Pont de Suert, los dos protagonistas indirectos de la fotografía que se ha hecho viral en las últimas 24 horas por la cruz del Aneto que apareció pintada de amarillo este lunes, coincidiendo con el primer aniversario del 1-O. Y es que aunque reconocen que quizá fue un "error" colgar la imagen en sus redes sociales visto el revuelo generado por la tensión política de Cataluña, quieren dejar claro que ellos no fueron los autores del acto vandálico.

Tras el enorme revuelo mediático generado, este martes han decidido acudir motu proprio al cuartel de la Guardia Civil de Benasque para aportar pruebas de que ellos no cometieron el acto vandálico. "Tenemos el recorrido del GPS que demuestra que solo estuvimos 3 minutos en la cima, y para pintar toda la cruz yo calculo que haría falta una hora porque está toda pintada de arriba a abajo", asegura Gerard.

Además, les han presentado fotos para probar que subieron sin mochilas "porque para pintar toda la cruz se necesitarían muchos botes de espray que habría que llevar en mochila". También han llevado las chaquetas que llevaban el lunes para que vean que no tienen rastros de pintura amarilla. "Tenemos hasta fotos abrazando la cruz y si la hubiéramos pintado nosotros, no lo hubiéramos hecho con unas chaquetas que valen 500 euros", recalca.

Era la tercera vez que Gerard Subirà hacía la ascensión del Aneto. Esta vez salieron un grupo de cinco personas desde el refugio de Coronas, sobre las 6.15 de la madrugada. Fueron subiendo "a buen ritmo" hasta el collado de Coronas, donde una pareja se decidió dar la vuelta por el frío que hacía, que "era terrible", recuerda. Continuó él junto a dos montañeras, una de ellas Carla Vigo, y la otra su pareja, que no hizo el último tramo del paso de Mahoma, "porque no se sentía las manos ni los pies del frío y el viento que hacía".

Asi, Gerard y Carla dejaron las mochilas en la antecima por miedo a que el viento les tumbara al atravesar el paso de Mahoma y continuaron hasta lo alto del pico. "Llegamos a la cima y estuvimos dos o tres minutos solo, lo justo para hacer las típicas fotos y un vídeo", explica.

Durante el ascenso vieron a lo lejos que la cruz era amarilla, pero Gerard no le dio importancia porque "no me acordaba que era plateada ni que era 1 de octubre". Afirman que no avistaron ni en el ascenso ni en el descenso a ningún montañero susceptible de haber realizado el acto vandálico. "Se debió hacer la noche anterior al menos porque la cruz estaba seca", señala. Tampoco vieron restos de botes de pintura o de esprays en la cima del Aneto.

Aseguran estar tranquilos porque la propia Guardia Civil les ha confirmado que "todo cuadra" con su versión. Ahora, esperan que "se baje la tensión y el murmullo en las redes sociales y que vuelva a la normalidad". A este respecto, Gerard Subirà hace hincapié en que "soy montañero y guía y lo último que quiero es pintar cosas. Yo subo a los picos para disfrutar las vistas y estar tranquilo".

Desde que la foto se hizo viral, han recibido numerosos comentarios, insultos e incluso amenazas. Por ello, se están planteando incluso presentar denuncia "porque estamos recibiendo de todo y hay medios de comunicación que nos están acusando a nosotros sin ningún tipo de pruebas". De momento, han restringido el acceso a sus redes sociales, que hasta este lunes eran públicas.

Gerard Subirà lamenta que su compañera, Carla Vigo, es la que está recibiendo más amenazas porque aparecía en la foto junto a la cruz y un mensaje de broma haciendo referencia a que era la 'Cup-pable'. "Pero ella no es de la CUP ni tiene nada que ver. Además, dice que es medio aragonesa porque tiene mucha familia en Bonansa y en Noales y quiere Aragón lo mismo que Cataluña con lo cual no lo hubiéramos hecho nunca nosotros", destaca.