Los 150 kilómetros que nadie quiere

Dentro de la provincia de Huesca, hay alrededor de 150 kilómetros de caminos y carreteras que son titularidad de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y que sirven como principal vía de comunicación entre diversas poblaciones. La mayoría son estrechas y además, carecen de cunetas así como de una completa señalización horizontal. También acusan el paso del tiempo y la creciente densidad de vehículos pesados, lo que provoca la aparición de baches y grietas.

Los usuarios se quejan del mal estado que presentan muchas de estas vías, que creen desatendidas y que ninguna administración quiere. De hecho, la CHE ha intentado sin éxito en varias ocasiones traspasar su titularidad. Hasta hace algunos años, la Confederación Hidrográfica del Ebro, la Diputación Provincial de Huesca y el Gobierno de Aragón tenían un convenio de colaboración anual, que estaba dirigido al mantenimiento de estas vías y que permitía inversiones continuas. En virtud del mismo, cada administración aportaba 120.000 euros. Pero hace ocho años, el acuerdo decayó con la llegada de la crisis y ahora mismo, DPH y CHE son las únicas que prevén partidas en sus respectivos presupuestos para dar continuidad a este tipo de actuaciones.

En concreto, la Diputación Provincial sigue invirtiendo entre 120.000 y 150.000 euros cada año, que suele destinar a la mejora del firme, bacheos o perfilado de cunetas, siempre en obras que puedan ser consideradas de interés general. Atendiendo a estos criterios, acaba de intervenir en la vía de acceso entre la carretera A-129 y la localidad de San Juan del Flumen, que se encontraba repleta de grandes socavones. De forma reciente, también actuó en las vías Poleñino-Cantalobos y Lanaja-Cantalobos. En cada uno de estos casos, invirtió unos 40.000 euros.

"Vertebran el medio rural"

"Desde la pérdida del convenio, hemos seguido trabajando y destinando recursos, ya que somos conscientes de la importancia de estas vías para la vertebración y desarrollo del medio rural", indica el diputado provincial de Obras Públicas, Joaquín Monesma, abogando por la recuperación del acuerdo entre la Confederación, la Diputación y el Gobierno de Aragón. En su opinión, se trata de la "única solución viable, ya que estamos hablamos de muchos kilómetros, imposibles de mantener por una única institución".

Dentro de las últimas actuaciones de la institución provincial, destaca la mejora integral del acceso al núcleo de Valsalada, donde se invirtieron 258.000 euros, cumpliendo con una larga reivindicación vecinal.

La CHE insiste en trasferirlas

A lo largo de este año, la Confederación Hidrográfica del Ebro también tiene previsto llevar a cabo nuevas actuaciones y de forma paralela, continuará trabajando en la búsqueda de una solución definitiva, insistiendo en la posibilidad de trasferir la titularidad de estas vías a otras administraciones que tengan competencias directas en la mejora y mantenimiento de carreteras.

Aunque en su día pudieron ser creadas con un mismo fin, la CHE recuerda que hay que distinguir entre estas vías de comunicación y aquellos caminos que dan servicio a canales y zonas regables, que llegan a los 500 kilómetros solo en la zona del Sistema de Riegos del Alto Aragón.

En este último caso, el Organismo de Cuenca tiene una competencia directa y además, recursos propios para afrontar su mantenimiento, gracias a los cánones y tarifas de los usuarios, base de los presupuestos de las Confederaciones, indican fuentes de la CHE. Sin embargo, los caminos que unen núcleos no pueden repercutirse a los usuarios de estas infraestructuras de riego, ya que su finalidad es diferente, y por lo tanto, están obligados "a buscar partidas de forma mucho más compleja dentro del presupuesto", añaden.

Asimismo, al haber alcanzado la consideración de vía de comunicación, la CHE entiende que su mantenimiento trasciende de sus competencias y por ello, aboga por la relación con otras administraciones, ya sea para garantizar su conservación o para poder alcanzar un acuerdo de trasferencia, que, por ahora, nadie acepta.