Un millar de reses del valle de Broto reviven la centenaria tradición de ir a pastar a Francia hierba española

El ganado permanecerá en tierras galas hasta el 22 de septiembre gracias a un tratado de 1862. Un centenar de personas han participado en esta gran fiesta de la trashumancia

El ganado, atravesando la frontera por el ibón de Bernatuara
El ganado, atravesando la frontera por el ibón de Bernatuara
Pierre Meyer

Un sol radiante y temperaturas agradables han acompañado este martes a cerca de un millar de vacas y terneros de la Mancomunidad del Valle de Broto que han subido en una gran fiesta de la trashumancia a los puertos franceses del Pirineo central, donde permanecerán hasta el 22 de septiembre pastando una hierba que es española, como recoge el tratado que en 1862 definió las relaciones entre los ganaderos ibéricos y galos. Una relación de hermandad sin contraprestaciones.

El ganado ha salido a las 6.00 de Bujaruelo, rumbo al ibón de Bernatuara, donde les esperaban unas 50 personas procedentes de Francia, para darles la bienvenida y vivir así una de las más antiguas tradiciones de este territorio, designado Patrimonio Mundial Unesco hace 20 años, entre España y el país galo. Eran ganaderos, vecinos el valle de Ossau, montañeros y turistas que hicieron una ruta de 3 horas para llegar al lago pirenaico y presenciar este momento.

Posteriormente, las reses han entrado en Francia, donde se ha celebrado una comida popular a la que se han sumado más vecinos del valle y también autoridades francesas como diputados nacionales, senadores, el presidente del Consejo General de Altos Pirineos, Michel Pelieu, el presidente comarcal, Noel Perera, y el alcalde de Gavarnie, Christian Bruzaud. Cada año uno de los dos países elabora el menú y esta vez los vecinos galos han preparado una ‘garbure’ o potaje de verduras.

Un millar de reses del valle de Broto reviven la centenaria tradición de ir a pastar a Francia

Desde este martes y durante dos meses, vacas y terneros pastarán en terreno francés gracias al tratado de 1862. Según ese documento, los pastores españoles de la Mancomunidad del Valle de Broto pueden pastar en esta zona de Francia del 22 de julio al 22 de septiembre, ya que aunque los propietarios del terreno siguen siendo de origen francés, la explotación de estas tierras, es decir, el pasto, durante estos dos meses, corresponde a España.

Desde ese Tratado se regularon las relaciones pecuarias para el uso de esta zona fronteriza, aunque ya existían de mucho tiempo atrás. Así, ya se recogen normas parecidas en los estatutos y privilegios de la Mancomunidad de ganaderos del Valle de Broto, que datan del siglo XIII y XIV.

Enrique Ramón, ganadero de Viu que pertenece a esta mancomunidad, ha destacado que es un día “marcado en el calendario” porque “es un día de reencuentro con amigos que no ves el resto del año, y también para recordar lo que hacían tus padres y tus abuelos”. Enrique considera que la subida a Bernatuara plasma “las buenas relaciones de gente de los dos países durante siglos, y hay que reconocer que son muchos los que han trabajado por mantener esas buenas relaciones a lo largo del tiempo”.

Un millar de reses del valle de Broto reviven la centenaria tradición de ir a pastar a Francia

El pastoralismo y la trashumancia, y todos estos usos y costumbres tradicionales vinculadas a ellos, son unos de los motivos principales de que la Unesco designara a Pirineos Monte Perdido como Patrimonio cultural de la humanidad hace ya 20 años. Esta zona que engloba los valles franceses de Gavarnie y Gédre, y los de Bujaruelo, Ordesa, Añisclo, Escuaín y Pineta en España, tiene la doble categoría como patrimonio natural (como las cataratas de Iguazú o la gran barrera de coral) y también patrimonio cultural (como las pirámides de Egipto o la Alhambra de Granada).

20º aniversario de Pirineos Monte Perdido

La celebración de este año de la subida del ganado al Ibón de Bernatuara va a ser motivo de un documental que se está elaborando por parte de la Comarca de Sobrarbe, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Ayuntamiento de Gavarnie-Gèdre y la Oficina Comarcal de los Valles de Gavarnie integrada en las actividades del proyecto 'Pirineos-Monte Perdido, Patrimonio Mundial 2' (PMPPM2) y de cuya grabación se encarga una productora francesa, White Fox Pictures. Es una de las iniciativas que cuenta con financiación del programa Poctefa. De este modo, se busca registrar esta importante tradición y darla a conocer como uno de los principales valores del Patrimonio Mundial Pirineos Monte Perdido.

Desde 2011 la Comarca de Sobrarbe, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Departamento de Hautes Pyrénées, el ayuntamiento de Gavarnie-Gèdre , su Oficina de Turismo y el Parque Nacional des Pyrénées, trabajan como socios en proyectos de cooperación transfronteriza para el desarrollo y promoción de Pirineos-Monte Perdido. Actualmente está en plena ejecución el proyecto “Pirineos-Monte Perdido, Patrimonio Mundial 2”(PMPPM2) donde están planificadas acciones con las que compilar y valorizar los conocimientos sobre su patrimonio, crear una oferta turística transfronteriza y compartir el Valor universal Excepcional del bien “Pirineos-Monte Perdido”.

La realización del documental está cofinanciado al 65% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) a través del Programa Interreg V-A España-Francia-Andorra (Poctefa 2014-2020). El objetivo del programa es reforzar la integración económica y social de la zona fronteriza España-Francia-Andorra. Su ayuda se concentra en el desarrollo de actividades económicas, sociales y medioambientales transfronterizas a través de estrategias conjuntas a favor del desarrollo territorial sostenible.

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