Ya lleva cuatro días adscrito al vestuario de la Sociedad Deportiva Huesca desde que su fichaje rematara los últimos flecos. El portero Axel Wenger está entrenando junto a sus nuevos compañeros en la concentración de Benasque y el argentino, a préstamo por parte del Atlético de Madrid, comienza a armonizar rápidamente con el sentir de sus nuevos compañeros y del club en general. Lo hace a la misma velocidad con la que tomó la decisión de incorporarse al Huesca, para lo que ha contado también con la bendición del Cholo Simeone. Werner llega muy motivado buscando un rol de mayor protagonismo, puesto que en la pasada campaña compartió portería con Jan Oblak y no tuvo más remedio que situarse a la sombra del coloso eslovaco. Aprendió junto a él y ahora quiere seguir volando alto coloreado de azulgrana, sumando sus objetivos individuales a los de colectivo en el deseo de que este sea "un buen año".

Wener se ha integrado en un recién ascendido y debutante como es el Huesca, algo que no le es ni mucho menos ajeno. Y es que Werner fue criado en un club argentino que tiene "ambiciones y una historia parecida a este, que es Atlético Rafaela. Por eso no creo que sea muy difícil sentirme identificado", ha explicado este domingo en Benasque durante su acto de presentación como jugador oscense. En el mismo, el director deportivo Emilio Vega ha destacado la firme apuesta del joven guardameta por enrolarse en la causa azulgrana, lo que facilitó la cristalización de las negociaciones en un reducido espacio temporal. "Siempre mostró su ilusión por formar parte del proyecto y, sinceramente, fue una operación muy sencilla por su predisposición y la del Atlético de Madrid", ha expuesto el leonés.

La decisión de Wenger se tomó "cuando estaba en vacaciones y apenas lo pude hablar con mi agente y con mi círculo íntimo, el hecho de venir a este club, tomarlo como un reto nuevo, asimilarlo como un paso adelante en mi carrera. Lo que busco es tener un poco más de protagonismo, buscar esos minutos y esa cantidad de partidos que uno añora. Pero de todas maneras, una vez que uno llega y va a insertándose en el grupo esos objetivos individuales se van sumando a los colectivos. Eso va a encaminar un buen año para mí y para todo el grupo", ha indicado el meta de 22 años, que ha repasado una trayectoria que por el momento "no es prolongada. Salí del Atlético Rafaela, donde me críe toda mi vida. Luego me compra el Atleti y salí un año a Boca, donde nos coronamos campeones. Pude crecer mucho más de lo que hubiera imaginado en algún momento. Luego otro año en el Atleti, así que contento con lo que llevo de carrera pero con ganas de seguir creciendo y lograr más cosas".

Bajar la cuesta que separa al Atlético de Madrid del Huesca "para nada me da vértigo. Cuando surgió la posibilidad no lo dudé mucho, al contrario. Porque es un proyecto que me seduce, una propuesta que me tiene inmerso en la ilusión que tiene este plantel. No lo tomo como un riesgo, al contrario", ha asegurado.

Las características de Werner son las de "un portero sobrio que destaca mucho por su personalidad", ha manifestado Emilio Vega. Los informes y las apariciones con el Atlético y en Boca Juniors no pueden ser mejores. "Yo trato de que mi trabajo pase desapercibido, hacer las cosas lo más sencillo posible y ayudar al equipo cuando lo necesite", ha revelado el guardameta argentino, que se incorpora a un vestuario con tres entrenadores de su país y varios futbolistas. "Pasaba algo parecido en el Atlético. Hay que aprovecharlo, porque siempre es bueno sentirse un poco más en el ambiente de uno. Pero más allá del hecho de los compatriotas, acá hay muchos chicos que no vienen de Argentina aunque sin duda que se les nota muy amables y muy abiertos a mi llegada", ha señalado al respecto.

El técnico atlético, Diego Pablo Simeone, le dio antes de viajar a Huesca "los mejores augurios y los mejores deseos para conmigo en esta temporada que se viene. Y de mi parte para él y para todo el grupo, el mayor de los éxitos", ha comentado Werner. El Cholo le había solicitado expresamente hablar con él en cuanto la operación estuviera cerrada. "Pienso que tuve un buen año y en parte él tiene mucho que ver", ha reflejado sobre su paso por el club colchonero en la pasada campaña, donde tras la salida de Moyá en invierno se quedó como lugarteniente de Oblak. "Con Jan (Oblak) y los demás compañeros formamos un micro grupo muy bueno, los arqueros y nuestro entrenador de porteros. Trabajábamos juntos y aprendíamos de todos, pero Jan está a la vista lo que es como arquero. Está entre los dos o tres mejores del mundo, por no decir el primero. Lo demuestra cada fin de semana. Es una bestia y fue muy bueno compartir este último año como él", ha reseñado el portero argentino, a quien Emilio Vega ha tildado de "un chico normal, que no es poco dentro del fútbol".