Viñetas contra la violencia de género

El tebeo como un medio para denunciar la violencia de género. Una forma de expresión minoritaria y un arte que calan entre los jóvenes; para ellos, y también para el público en general, nació el fanzine “No es no”, realizado por varios autores y que se presentó el martes por la noche en las piscinas municipales de San Jorge en Huesca. El área de Igualdad del Ayuntamiento ha impulsado este verano un plan con el que quiere concienciar a los adolescentes sobre el problema del machismo y la violencia sexual.

Esta recopilación de historietas ya se estrenó a finales del año pasado en el Salón del Cómic de Zaragoza, donde se repartió de manera gratuita. Del mismo modo, se ha difundido durante el curso en los institutos de la capital oscense. Impulsada por la Asociación Aragonesa de Autores de Cómic, contiene los tres finalistas del Concurso de Cómic contra la Violencia de Género que organizó en 2017 el Ayuntamiento de Zaragoza y otras viñetas inéditas con guiones, lápices y colores de varios autores. Cuatro de ellos, Javier Marquina, Estheruka, Fernando Casaus y Óscar Sanz, acudieron a San Jorge para presentarla y formar parte de un coloquio.

Todos ellos relatan unas experiencias con las que han plasmado su visión de la violencia de género y que, a su vez, han cambiado su percepción y forma de estar en el mundo. "Nuestro objetivo era aportar nuestro granito de arena desde el cómic, ayudar con nuestro compromiso", señala a su vez Cristina Hombrados, de la Asociación. Los 16 trabajos que aparecen en el fanzine, del que se han editado unas 8.000 copias, son relatos de unas pocas páginas, textos y viñetas con puntos de vista a menudo pesimistas y en otros casos esperanzados.

"Quería colaborar y dar mi visión sobre esta lacra con lo que mejor sé hacer, que es dibujar cómics. A lo mejor es un medio no tan comercial, pero la televisión puede verse como algo más repetitivo cuyo mensaje no llega tanto y esto es más fresco", cometa Casaus, un dibujante oscense afincado en Barcelona. Para la zaragozana Estheruka, que da sus primeros pasos en este mundo, "lo que hacemos es poco para luchar contra la violencia machista".

La artista ha vivido situaciones "muy desagradables" en primera persona que ahora trata de plasmar en el papel: "Los maltratadores están escondidos detrás de máscaras y de eso va mi historia. No es culpable solo quien pega, hay un maltrato previo, bofetones sin la mano que se dan todos los días y hay que cortar lo antes posible".

El guionista Javier Marquina, de 43 años, reconoce que su educación ha sido "machista" porque "venimos de esa tradición". Y durante la presentación del fanzine por varios centros escolares de la capital aragonesa se encontró con una desagradable sorpresa: "Hay chavales de 17 o 18 años que son bastante más machistas. Queda muchísimo trabajo por hacer y es un problema que tenemos los hombres dentro".

Realizar estas historietas ha implicado a todos ellos en su quehacer diario y en su manera de trabajar. Casaus intenta "que los personajes femeninos sean fuertes. El ambiente machista de los cómics está cambiando. De hecho, en la escuela de Barcelona en la que doy clases la mayoría de los alumnos son mujeres". Y han dejado impresa una parte de sus vidas que quedó atrás. "Yo también he tenido comportamientos machistas y estoy contenta de no ser ya aquella chica", celebra Estheruka.

El área de Igualdad del Ayuntamiento de Huesca prepara más actividades relacionadas con el cómic, como un taller dirigido a jóvenes, del 16 al 20 de julio, en el que se analizará el tratamiento de la violencia sexual y su impacto en la sociedad y que dará pie después a una exposición itinerante. Javier Marquina cree que se habrá dado un avance decisivo el día que "tomemos un cómic que nos guste y no tengamos en cuenta si lo ha publicado un hombre o una mujer".