El Félix de Azara reconoce a los investigadores que estudian las cuevas heladas del Pirineo

La Diputación de Huesca reconoce así el trabajo desarrollado durante una década por científicos del IPE y de la Universidad de Zaragoza en las cavidades heladas que están en riesgo de desaparecer

Una de las cuevas del Pirineo donde se desarrollan las investigaciones
Una de las cuevas del Pirineo donde se desarrollan las investigaciones
Heraldo

La Diputación de Huesca ha concedido el galardón Félix de Azara al grupo de científicos e investigadores del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC) y la Universidad de Zaragoza que desde hace una década estudian las cuevas heladas del Pirineo en riesgo de desaparición. De esta forma, justifica la Diputación, el XXI Galardón de sus premios de medio ambiente "dirige su mirada al papel que juega para la provincia el ámbito de la investigación y, en concreto, estas masas de hielo inéditas desde el punto de vista científico que proporcionan una valiosa información de las condiciones ambientales y climáticas de los últimos 6.000 años". Los datos obtenidos dejan constancia de la atención urgente que requieren estas cuevas heladas al estar sufriendo un retroceso acelerado por el calentamiento global que puede llevar a su desaparición en pocos decenios. Los cuatro portavoces políticos respaldaron el viernes la propuesta.

El trabajo se ha desarrollado en varias cuevas singulares que se distribuyen a lo largo de todo el Pirineo oscense: la Cueva Helada A294 (macizo de Cotiella); la Gruta Casteret (Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido) y varias en la Faja de los Sarrios -Sarrios 1, Sarrios 5 y Sarrios 6-; la Cueva de Soaso (macizo de Tendeñera); la Cueva de Somola (macizo de Collarada); las A-70 y S-10 (macizo de Lecherines) y otras cavidades que se irán incorporando al inventario.

Los investigadores que desarrollan este trabajo son Ana Moreno, Carlos Sancho, Ánchel Belmonte, Miguel Bartolomé, María Leunda y Belén Oliva, del departamento de Procesos Geoambientales y Cambio Global del Instituto Pirenaico de Ecología-CSIC y del departamento de Ciencias de la Tierra de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza. Coinciden en que las cuevas heladas requieren de una atención investigadora urgente, teniendo en cuenta el retroceso acelerado en el volumen de estas masas de hielo.

También han colaborado en esta labor otros investigadores del Instituto Pirenaico de Ecología y la Universidad de Zaragoza, así como del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra y de diferentes universidades como la Autónoma de Madrid, Innsbruck (Austria), Minnesota (EEUU), Berna (Suiza) y numerosas personas de grupos espeleológicos que trabajan en el Pirineo.

Las cuevas heladas son cavidades formadas en un sustrato rocoso que contienen acumulaciones perennes de agua en estado sólido, en forma de nieve o hielo. Los Pirineos y algunos sectores de la cordillera cantábrica son los únicos entornos en los que hay constancia de su presencia y "conocer la evolución de la temperatura en las cuevas es especialmente interesante para evaluar los periodos y tasas de fusión del hielo como consecuencia del cambio climático global que afecta notablemente a estas zonas", tal como recoge la propuesta del premio.

De esta forma, la Diputación este año dirige su mirada al ámbito científico y de la investigación. "Ha sido importante el hecho de que los estudios ya realizados pueden ayudar a plantear diferentes escenarios de cara al futuro próximo en el contexto actual de calentamiento global, es decir, que el conocimiento de las condiciones climáticas del pasado resultan de alto interés en el estudio del clima futuro".

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