Llegarán a Huesca el próximo 21 de junio para pasar dos meses de vacaciones en un lugar completamente distinto al desierto donde viven, tanto en paisajes como en comodidades. Son un total de 53 niños saharauis que están en los campos de refugiados y tienen de 8 a 13 años. Entre ellos hay cinco con discapacidad que, en vez de con familias, estarán en centros asistenciales. 

Hace ya seis años que la Asociación Alouda de Amigos del Pueblo Saharaui y Cadis (Coordinadora de Asociaciones de Discapacitados) Huesca empezaron un proyecto para posibilitar que, además de los que venían en verano a la provincia y eran acogidos por familias, los niños con diversidad funcional también tuviesen unas Vacaciones en paz.

Estos cinco pequeños llegarán con sus compañeros y dos monitores y pasarán 20 días en el centro Aspace de Huesca, donde se les hará una valoración médica para concretar un diagnóstico y ponerles un tratamiento y un apoyo derivado. Después, disfrutarán de tres semanas en el centro vacacional de Isín (Sabiñánigo) de la Fundación Adislaf y, hasta el 21 de agosto, estarán en el centro turístico de Atades en Martillué (Jaca).

El presidente de Alouda, José Luis Laliena, ha recordado que los saharauis viven en campamentos como refugiados y que con este programa se pretende normalizar allí la vida de estos niños. Según ha explicado, este año vuelve un menor que estuvo en el primero de estos viajes "para ver su evolución" después del tratamiento prescrito. Asimismo, ha indicado con gran satisfacción que una de las niñas que también participó hace cinco años regresará para estar ya con una familia.

Los representantes de las asociaciones participantes han señalado que los niños discapacitados que vienen a Huesca "vuelven en mejores condiciones de las que llegan". Asimismo, han destacado que todos "descubren un mundo que los asombra",  incluso en detalles "a los que nosotros, los que vivimos aquí,.no damos importancia, como el hecho de que salga agua por una manguera para llenar una piscina".