El fiscal solicita imputar también a la abuelastra y al padrastro de Naiara por violencia y torturas

El Ministerio Público aboga por que un tribunal popular enjuicie el caso al haber "indicios suficientes de asesinato".

La Policía Científica de la Guardia Civil, accediendo a la vivienda de Sabiñánigo donde fue torturada la pequeña Naiara, de 8 años, en julio de 2017.
La Policía Científica de la Guardia Civil, accediendo a la vivienda de Sabiñánigo donde fue torturada la pequeña Naiara, de 8 años, en julio de 2017.
Laura Zamborain

La Fiscalía Superior de Huesca ha solicitado al Juzgado de Instrucción número 1 de Jaca que sea un tribunal popular el encargado de enjuiciar el asesinato de Naiara, la niña de 8 años que vivía en Sabiñánigo y que murió en julio del año pasado después de sufrir una brutal paliza a manos de su tío político, Iván Pardo Pena, de 33, que está en prisión provisional desde entonces.

En su escrito, el fiscal también ha pedido la imputación, por su conexión con los hechos, de la abuelastra de la niña, N. P. C., y del padrastro, C. J. P. P., por presuntos delitos de violencia psíquica y física habitual en el ámbito familiar y contra la integridad moral y torturas. No obstante, también aclara que esta relación de delitos está a expensas de "ulteriores responsabilidades penales que pudieran derivarse de las diligencias practicadas".

En su escrito, solicita que se transformen las diligencias previas de investigación incoadas en un procedimiento ante el Tribunal del Jurado, «al ser competencia de este último el enjuiciamiento de los delitos de homicidio y, en su caso asesinato». En este sentido, alude al artículo 2 de la Ley Orgánica reguladora del Tribunal del Jurado ya que "todas las diligencias de prueba practicadas hasta la fecha se derivan indicios suficientes que acreditan la comisión de un delito de asesinato por parte de Iván Pardo Pena", argumenta.

Naiara ingresó el 6 de julio del año pasado en la UCI del Hospital Miguel Servet de Zaragoza con graves lesiones en su cuerpo, especialmente en la cabeza, y murió un día después a consecuencia de la brutalidad de las heridas que sufrió entre 24 y 48 horas antes de fallecer.

Durante el período de instrucción, la titular del Juzgado número de 1 de Jaca ha investigado si la abuelastra de Naiara presenció alguna de las torturas o ‘castigos’ sufridos por la menor antes de morir. Y es que un informe del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil detectó la presencia de rastros genéticos de la mujer en una camiseta de la niña y en una toalla localizadas en el escenario de los hechos. En su comparecencia judicial del mes de agosto, se negó a declarar.

Mientras, el padrastro de la niña llegó a informar a los agentes que sabía que su hermano castigaba a la menor por negarse a estudiar y que incluso le envió un vídeo que mostraba a la víctima de rodillas sobre granos de sal. Sin embargo, no llegó a comunicar a la madre estos castigos, que no consideró especialmente graves, para no preocuparla.

Tras el crimen, la abuelastra, de 56 años y viuda, perdió la tutela de dos nietas menores de edad que vivían con ella y el presunto asesino y que, supuestamente, fueron obligadas a participar en las torturas sufridas por la niña. Las dos hermanas, de 15 y 16 años, pasaron a ser tuteladas por el Gobierno aragonés, a petición de la Fiscalía de Menores.

Psicólogas del Instituto de Medicina Legal de Aragón entrevistaron a estas dos niñas y las especialistas concluyeron que el estilo parental de la abuela tendió de forma continua y habitual al autoritarismo con sus hijos y nietas.

La juez podría acordar en próximas fechas una nueva comparecencia de esta mujer y del padrastro a fin de recabar su testimonio en relación a las pruebas criminalísticas practicadas y a los testimonios de sus otras dos nietas, que su hija le dejó a su cargo tras separarse de su pareja.

Nueva declaración del asesino confeso

Marcos García Montes, el mediático abogado que también representó a Santiago Mainar en el caso del crimen de Fago y que ejerce la acusación particular en nombre de Manuel Adolfo Briones, el padre biológico de Naira, ha solicitado al Juzgado nº 1 de Jaca que Iván Pardo Pena, el asesino confeso de la niña, vuelva a prestar declaración, así como otras personas implicadas en el caso. El resto de letrados que representan a la madre, a la abuelastra y al padrastro de Naiara están pendientes de lo que decida ahora la jueza. Cabe recordar que Iván Pardo Pena informó en un primer momento de que la menor se había caído por la escalera, pero luego lo confesó todo ante la Guardia Civil y ante la jueza.

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