La CHE ingresó 6 millones por la central de El Pueyo de Jaca

Es el primer salto hidroeléctrico del Pirineo que revirtió al Estado al caducar la concesión a una empresa privada

Central de El Pueyo de Jaca, en Panticosa
Central de El Pueyo de Jaca, en Panticosa
Laura Zamboraín

La Confederación Hidrográfica del Ebro está obteniendo unos importantes beneficios de los saltos hidroeléctricos que, una vez caducada la concesión a las empresas privadas, han vuelto a manos del Estado. Solo en el caso de la central de El Pueyo de Jaca (Panticosa), la primera, ha ingresado 6 millones de euros por la explotación directa. En 2015 la venta de energía reportó 2.075.501 euros; en 2016, 1.960.350 €; y en 2017, 1.860.88 €, según la respuesta del Gobierno al diputado socialista Gonzalo Palacín, quien se interesó por los beneficios obtenidos por la CHE de la explotación de ese recurso. El Gobierno aclara que este es el valor de la venta de kilovatios, sin descontar los gastos de explotación.

Por su parte, el parlamentario del PSOE, a la vista de la información, se pregunta «¿cuánto dinero de esos 6 millones se han reinvertido en el territorio?», en referencia a la continua reivindicación de los pueblos del Pirineo para que parte de los beneficios de la producción de energía repercuta en los municipios que la ceden. Además, también se interesó por el contrato de operación y mantenimiento con una empresa privada, que entró en vigor en marzo de 2016 y con el plazo inicial y la prórroga se puede prolongar hasta marzo de 2020.

La de El Pueyo de Jaca fue la primera central en volver a manos del Estado, en 2013. Desde entonces se han devuelto los aprovechamientos de Campo y Barrosa (Bielsa), en 2017, y Lafortunada-Cinqueta,  en enero pasado, la más importante por su potencia de producción.

Hace solo unos días, el presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Miguel Gracia, reivindicó que los vecinos, autónomos y empresas de las comarcas pirenaicas y de aquellos territorios productores de energía no tengan que pagar el 20% de la factura energética correspondiente en concepto de transporte de la misma, como acción concreta para fijar población y compensar a los municipios por los costes sociales y territoriales que supone la instalación de centrales hidroeléctricas y todas las infraestructuras asociadas a ellas.

Los municipios con centrales han hecho un frente común para reclamar sus derechos por las reversiones. Una preocupación añadida está en el el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) que, al pasar la gestión al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, dejarán de recibir al estar exento de pagar este tributo. Hasta ahora se han devuelto cuatro saltos en el Pirineo, con una merma en el IAE que sumaría unos 80.000 euros, pero la lista seguirá creciendo. La Diputación está elaborando un estudio comparativo para ver la diferencia de impuestos y beneficios fiscales que aportan las centrales en Francia y España.

Los procesos de reversión han acabado en los tribunales. La Diputación de Huesca, en nombre propio y de los ayuntamientos, interpuso un recurso contencioso-administrativo ante la Audiencia Nacional contra la resolución del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente sobre la central de Lafortunada. El motivo no era el desacuerdo con la reversión, que se ha apoyado desde el principio, sino el hecho de no reconocer ningún derecho a favor de los municipios, pese a que parte de los tendidos eléctricos, los canales o las tuberías discurren por monte público de titularidad municipal. También el Ayuntamiento de Bielsa entabló un proceso contencioso-administrativo.

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