Normalizada la circulación en Monrepós tras dejar limpia de piedras la carretera

Un desprendimiento en la calzada ha interrumpido el tráfico en la N-330, a la altura de Caldearenas, durante cuatro horas en las que se ha dado paso alternativo a los vehículos

Una pala retira la roca y los cascotes hacia un lado de la carretera para despejar la calzada.
Una pala retira la roca y los cascotes hacia un lado de la carretera para despejar la calzada.
Javier Navarro

El tráfico ha quedado restablecido en los dos sentidos de la circulación en Monrepós hacia las 15.30 de este viernes, aunque se ha seguido trabajando para retirar la roca de grandes dimensiones que había caído sobre la carretera N-330 hacia las 11.30 a la altura de Caldearenas, en la cara norte. Sobre las 20.00, la vía ya ha quedado limpia, según Fomento, pero aún así la DGT ha decidido mantener cerrado uno de los carriles en sentido Huesca por precaución hasta las 21.05, cuando ha quedado ya completamente normalizada la circulación.

El desprendimiento se ha producido a pocos kilómetros del lugar donde el pasado 13 de abril ocurrió el hundimiento de la calzada que obligó a cortar durante una semana esta carretera una semana, el principal eje de acceso a esta zona del Pirineo altoaragonés. De forma inmediata, ha desplazado hasta allí una máquina para retirar la roca, que ha caído desde la ladera y ha obligado a cortar dos carriles a la circulación. La Guardia Civil ha dado paso alternativo a los vehículos por un tercero, por lo que la circulación solo se ha interrumpido cuando la pala ha empujado la piedra y los cascotes hacia la cuneta, una operación que se ha efectuado en pocos minutos.

Se da la circunstancia de que este 4 de mayo se celebra en Jaca la festividad del Primer Viernes de Mayo, con gran afluencia de visitantes. A estos hay que sumar los que cada fin de semana se desplazan a esta zona del Pirineo.

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