Huesca capta y distribuye al año 8,5 hectómetros cúbicos de agua del conjunto de sus fuentes de abastecimiento, pero solo factura un tercio de la misma. El resto se deja de cobrar porque su consumo no esta controlado, ya sea por fugas en la red, tomas clandestinas o falta de contadores. A un precio de 0,66 euros el metro cúbico (sin tener en cuenta precios industriales ni bonificaciones), esta circunstancia supone que de los 5,6 millones que debería ingresar al año el Ayuntamiento por el suministro, las arcas municipales solo reciben 1,8 millones.

En estos momentos, de los 8.583.924 metros cúbicos que discurren por la red general de abastecimiento, solo se paga por 3.066.170 m3 , lo que supone un grave desfase en el coste económico de este servicio. De esta cantidad, 71.058 m3 corresponden al agua que se consume en municipios que no pertenecen a Huesca. El resto de la facturación atañe al casco urbano de la capital oscense y a los municipios incorporados o barrios rurales.

En total, los sistemas de captación de Huesca suministra a 30 entidades entre ayuntamientos, mancomunidades y asociaciones de regantes. Para ordenar y, sobre todo, determinar los consumos, se ha encargado a un consultora un diagnóstico y una propuesta de mejora del servicio. El alcalde oscense, Luis Felipe, señala que se trata de "racionalizar la situación de una red donde crecen las necesidades y existen situaciones muy dispares en las conexiones a un mismo sistema".

La concejala de Servicios Generales, María Rodrigo, explica que este trabajo, que estará finalizado dentro de dos meses, detallará las infraestructuras existentes y proyectadas. "El estudio analizará la red de abastecimiento en alta de todos los núcleos, las previsiones del planeamiento urbanístico (que ya han empezado a enviar algunos ayuntamientos), las concesiones de agua, los consumos y abonados, costes del servicio y datos de población. "También se recogerán los usos ganaderos, turísticos e industriales y su previsión de futuro para realizar los correspondientes cálculos hídricos y las conducciones más adecuadas", apunta la edil. Una vez que se disponga de todos estos datos se establecerá la prioridad de las necesidades y las propuestas de mejora.

Apiés

Lo ocurrido estos días en la pedanía de Apiés es un ejemplo de la situación en la que se encuentra la red de abastecimiento de Huesca, con consumos diarios disparados al doble de lo que recoge el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Son 411 litros por habitante y día frente a los 250 que marca como dotación el documento urbanístico, que ya duplica la media del consumo nacional, registrada en 132 litros.

En Apiés, que se abastece directamente desde el río Flumen, los índices de turbidez del caudal del cauce obligaron a cerrar la captación. Agotada la reserva del depósito, los bomberos acuden a rellenarlo con más asiduidad de la que correspondería al número de habitantes. Según la concejala, el consumo diario de este núcleo, con 82 vecinos, tendría que ser de 20.500 litros incluyendo agua de boca, así como usos industriales agrícolas y ganaderos. "Pero hay días que el suministro alcanza los 60 m3, es decir, el triple de lo que debería", indica Rodrigo. Este consumo no responde a un pico sino que se mantiene en el tiempo", apunta.

La pérdida de agua en la red de Huesca es casi un mal endémico. Parte de él se debe al estado de la conducción, que recorre 87,6 kilómetros por un terreno tortuoso. Las redes de distribución suman otros 158 km. "Aunque están controladas, hay derechos históricos sin registrar y tomas donde nunca se ha colocado un contador", señala la concejala.