Un 30% de los ataques a rebaños fueron cometidos por perros asilvestrados

Resultan incluso más virulentos que los del lobo y causaron el doble de bajas.

Un rebaño, pastando en un barbecho de Torralba de los Sisones, en el Jiloca.
Rebaño oscense.
José Ignacio Cantín

El lobo no es el culpable de todos los ataques sufridos por los rebaños de ovino desde que fuera detectada su presencia en junio de 2017. De los 31 notificados al Gobierno de Aragón, 9 fueron cometidos por perros asilvestrados, es decir, alrededor de un 30%, tal y como demostraron las necropsias practicadas a los animales hallados muertos. El resto, 22, fueron llevados a cabo por el lobo y en total, causaron la muerte de 117 ovejas, según los datos facilitados por la DGA.

Los ataques de perros salvajes fueron todavía más virulentos. De hecho, aún siendo menores en número, dejaron más ejemplares muertos, sumando un total de 226 bajas. Y eso que no están todos los que son, tal y como advierten desde la DGA, ya que solo figuran aquellos que en un principio fueron atribuidos al lobo y después los análisis revelaron que los causaron perros salvajes. De hecho, hay ataques llevados a cabo por estos últimos animales que ni siquiera son comunicados por los afectados. También hay casos en los que resulta imposible determinar la autoría por el mal estado de conservación de los cadáveres.

Los datos de los sindicatos ganaderos son diferentes a los que maneja la administración, elevando la cifra de los ataques de lobo así como las bajas causadas, que, según señalan, superan las 360. De una u otra forma, lo cierto es que ya son varios los ataques que parecían haber sido cometidos por el lobo y finalmente fueron obra de perros salvajes. El ejemplo más reciente tuvo lugar el pasado martes en Tardienta, donde se hallaron muertas cuatro ovejas y una cabrita que formaban parte de un rebaño situado en la sierra de Alcubierre. Los animales tenían heridas a la altura del cuello y en un principio, se pensó en la posibilidad de que hubiera sido obra del lobo que merodea por Los Monegros, lo que acabó descartando el análisis forense de los especialistas del centro de recuperación de fauna silvestre de La Alfranca (Zaragoza). También ocurrió lo mismo con un ataque anterior ocurrido el pasado mes de marzo en la localidad de Lavarné (Ejea de Los Caballeros).

Un nuevo problema

El consejero aragonés de Desarrollo Rural, Joaquín Olona, ya advirtió que el hecho de poder determinar que estos dos últimos ataques hayan sido ejecutados por perros salvajes "no constituye una noticia positiva". De hecho, en su opinión, se trata de un nuevo problema que "debemos afrontar", ya que, según explicó, pueden llegar a representar "un daño, peligro y riesgo mayor que el lobo". Por ello, Olona apostó por evitar que estos animales actúen con libertad sensibilizando a los propietarios y llevando a cabo acciones de captura.

Precisamente, la captura del lobo es la solución por la que abogan grupos políticos, sindicatos y ganaderos aragoneses, que, al contrario de la DGA, consideran "inviable" la convivencia con el cánido. Hasta ahora, han sido detectados dos ejemplares en Aragón, uno en Los Monegros y otro en Ribagorza.

Según los datos analizados, se trata de ejemplares de la subespecie Canis lupus italicus, que procede de Italia y que está conquistando nuevos territorios en toda Europa. De hecho, la misma está asentada en Francia y dentro de España, en Cataluña. Por ello, la DGA cree imposible detener su avance y apuesta por preparase para su previsible asentamiento, compensando económicamente las pérdidas y, al mismo tiempo, incrementando las medidas preventivas con la incorporación de vallados más eficaces.

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