La primera funeraria de la provincia para mascotas se instala en Monzón

El centro está autorizado por el Gobierno de Aragón y sus servicios son equiparables a los que presta Sarga.

Iván Pinilla, promotor del centro gestor de recogida de animales o funeraria de mascotas.
Iván Pinilla, promotor del centro gestor de recogida de animales o funeraria de mascotas.
José Luis Pano

Los propietarios de mascotas de la provincia de Huesca pueden ya despedir a sus animales de compañía a través de un centro especializado para la recogida de cadáveres, sito en Monzón. Funeraria Provincial Mascotas Huesca es el nombre comercial que recibe el centro gestor de recogida de materia orgánica Sandach (subproducto animal no destinado a consumo humano) que puso en marcha en septiembre el emprendedor montisonense Iván Pinilla.

El centro está autorizado por el Gobierno de Aragón y es equiparable a los servicios que presta la empresa pública Sarga a la hora de retirar los cadáveres de los animales de granja.

Desde hace unos años la legislación medioambiental prohíbe el enterramiento de animales, para evitar la contaminación de la tierra, y sólo se autoriza la incineración del cadáver. Sin embargo en la provincia no existían hasta la fecha centros como el creado en Monzón.

La idea le vino tras una conversación con un amigo que le comentó que no sabía cómo podía deshacerse del cuerpo de su perro, que había muerto. "Estuve estudiando qué solución podría haber en la provincia y no encontré ningún centro gestor que pudiera hacer este servicio y como las mascotas están proliferando en los últimos años pensé que podría ser una buena idea", explica Pinilla.

El servicio de recogida de cadáveres de mascotas se puede prestar de forma colectiva o individual. En la colectiva, más económica, los animales se custodian en frío para después trasladarlos a las incineradoras de Zaragoza o de Reus. En este caso las cenizas son comunes (un perro de 20 kilos puede costar 120 euros, incluida la recogida y el certificado de incineración). En el caso de la recogida individual, las cenizas se entregan al propietario de la mascota en una urna (el coste del servicio puede rondar los 260 o 280 euros).

La funeraria de Monzón se abrió al público en septiembre y trabaja con todas las veterinarias de Huesca. La respuesta hasta la fecha está siendo muy satisfactoria no solo a nivel empresarial sino también por los propietarios de las mascotas, "que se evitan de esta manera el mal trago de deshacerse de un animal muy querido", cuenta.

Pinilla explica que está trabajando en toda la provincia, "aunque los propietarios se deben concienciar de la existencia de esta legislación y tienen que saber también que no es un servicio muy caro, y con él se soluciona un problema con todos los certificados de fallecimiento e incineración del animal". Asimismo, recuerda que hay seguros para mascotas que contemplan este servicio de deceso.

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