Nueve litros de aceite de oliva virgen consagrado

La catedral de Huesca saca estos días de las vitrinas del Museo Diocesano algunas de sus mejores obras de arte para que luzcan en las celebraciones religiosas y procesiones. Y entre las más curiosas están las tres ánforas de plata que habitualmente se exponen en la Sala de Orfebrería y en las que este miércoles, durante la misa crismal Miércoles Santo de las 18.00, se bendecirán y consagrarán los santos óleos que durante el resto del año utilizarán todos los sacerdotes de la diócesis para celebrar en sus parroquias los ritos de bautizos, confirmaciones y unciones de enfermos.

Cada una de la ánforas contiene un óleo: el santo crisma, usado para ordenaciones, confirmaciones, bautizos y consagraciones de altares e iglesias; el de los catecúmenos, para ungir a los que están preparándose para el bautismo; y el de los enfermos.

Son recipientes de unos tres litros de capacidad cada uno. El 95% del contenido es aceite de oliva virgen y el 5% restante son aromas que se añaden durante el mismo acto de bendición y consagración, según explica el delegado de Patrimonio de la diócesis, José María Nasarre. Las tres se colocan, además, sobre sendas bandejas "que tienen más valor incluso que las ánforas porque son de plata labrada", resalta.

Otra de las piezas que se expone al público solo en Semana Santa es una arqueta, también de plata, que hace las veces de sagrario del monumento el día de Jueves Santo. Se trata de una pieza de comienzos del siglo XVII que fue regalo de un obispo. Tiene un metro de longitud por unos 50 cm de ancho y otros 50 cm de alto.

También junto al monumento de la catedral se coloca una de las tres sacras donde se reproducen, sobre una lámina de plata, las palabras de la consagración en latín que se recitaban durante las eucaristías hasta el Concilio Vaticano II a modo de ‘chuleta’.

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