Coliseum festeja un cuarto de siglo de mucha música y fieles clientes

La discoteca, que fue referente a nivel nacional, festeja su 25 aniversario rememorando sus grandes fiestas.

Imagen de la discoteca en una de las últimas ocasiones en las que abrió sus puertas.
Imagen de la discoteca en una de las últimas ocasiones en las que abrió sus puertas.
Coliseum

Los CD recopilatorios con sus mejores sesiones han superado las 50.000 copias, una cifra al alcance de muy pocos en la actualidad, y algunos de sus clientes no dudaban en recorrerse 300 y hasta 400 kilómetros para disfrutar de una noche bailando en su pista. Porque hubo una época, hace ahora unos 15 años, en la que la discoteca Coliseum, ubicada en la localidad altoaragonesa de Almudévar, era referente a nivel nacional dentro de la música electrónica, y todavía conserva esa etiqueta en forma de fieles clientes que durante este año no faltarán a la celebración de su 25 aniversario.

Aunque no es hasta septiembre cuando se cumpla de manera exacta el cuarto de siglo desde su apertura, la discoteca prepara ya las formas de festejarlo, con la música siempre muy presente. “Son muchos años y es difícil resumirlos en una sola noche, por lo que queremos ir haciendo referencia todo el año al aniversario, celebrando nuestras fiestas más significativas, como Memorandum, que es una de las que más éxito ha tenido siempre, y que está programada el próximo mes de mayo”, explica Luis Aguirre, propietario de la discoteca junto a José Clavería, que también habla de la grabación de un documental y una exposición con todos los carteles de sus fiestas y sesiones, siempre en torno a la característica figura del romano que le representa.

Desde el año 2009 la discoteca dejó de abrir cada fin de semana, para hacerlo unas nueve o diez veces al año. “Al final fue por puro agotamiento, porque este sector desgasta mucho y aunque quisimos mantenerla viva a través de eventos puntuales, no podíamos seguir con el ritmo de años anteriores”, explica Aguirre. En el medio millón de personas perdieron la cuenta hace ya bastantes años de cuánta gente había cruzado su puerta. “Mucha”, dice su propietario, recordando especialmente el mayor pico de afluencia de Coliseum, en torno al año 2004. Para entonces, la discoteca rozaba el lleno cada fin de semana. Además, contaban con Coliseum Madrid y Coliseum Barcelona a modo de franquicias, tres tiendas físicas dedicadas a la venta del 'merchandising' y los discos y vinilos, y exportaban sus fiestas a discotecas por todo el país, aunque la matriz y más exitosa seguía siendo la de Almudévar, como recuerda con cierta nostalgia Luis Aguirre. “Venía mucha gente ya no solo de la provincia de Huesca y de Zaragoza, sino también de Cataluña, País Vasco o La Rioja”, apunta.

De hecho, muchos de aquellos fieles, capaces de recorrer kilómetros y kilómetros, son los que todavía acuden cuando Coliseum celebra sus fiestas. Aunque comparten espacio con jóvenes, que como cuenta Aguirre, casi ni habían nacido cuando la discoteca abrió sus puertas por primera vez. “Podemos decir que el 50% vienen para recordar viejos tiempos, mientras que el resto son más jóvenes. Si bien es verdad que antes la gente era más cerrada en el tipo de música y siempre escuchaba lo mismo, ahora se opta por más estilos, los jóvenes escuchan de todo”, dice Luis Aguirre en base a su experiencia y a esa evolución de la que ha sido testigo directo.

A la hora de quedarse con un protagonista en su cabina, el propietario de la discoteca se acuerda de los que han sonado más veces: Frank, Ricardo y Javi Aznar. “Y también nuestro hijo pródigo, que decidió evolucionar hacia el techno, siendo ahora el mejor a nivel nacional”, dice Aguirre en referencia a Andrés Campo, DJ Kuki cuando se ponía a los platos en Coliseum. Referentes de una música difícil de catalogar hasta para el propio Aguirre, explicando que eran los sonidos "más hard" de la electrónica, que actualmente todos conocen como 'Remember Coliseum', y que cuenta con el DJ Iván X-Treme como uno de sus principales abanderados.

Huye también de esas negativa etiquetas que se han asociado al ocio que propone. “Se nos consideró como sucesores de la 'Ruta del Bacalao', pero no tenemos nada que ver, más allá del concepto de discoteca grande situada junto a la carretera. En esos años primaban las guitarras y los grupos, pero lo nuestro es una música totalmente electrónica, mucho más dura”, defiende Juan Aguirre, que sigue ligado al sector, con la organización de las fiestas Global Music y Rave in the river, en Zaragoza, entre las que reúne a casi 30.000 personas.

“Pero en Coliseum siempre me ha gustado decir que nosotros recogíamos a pequeñas minorías para hacer un todo, somos una inmensa minoría”, asegura con cierto orgullo, asegurando que su clientela siempre ha sido fiel, llegando a convertirse algunos hasta en familia. Precisamente allí están los mejores recuerdos de estos años para su creador. “Me quedo con la familia que es Coliseum, tanto de manera literal, pensando en los cuatro socios que la fundamos, de los cuales dos ya no están. Ni mi hermano Pedro Aguirre ni mi suegro y padre de mi socio, Simón Clavería. Aunque ahora contamos con la incorporación de mi hija. Pero también me quedo con esos clientes que son amigos y que son casi familia”, dice Aguirre, que espera reunir a muchos de ellos en los próximos meses, para demostrar que el espíritu de Coliseum sigue muy vivo 25 años después.

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