Acento zaragozano por el 5 de marzo

"Pasen, pasen todos que les voy a contar unos chismes que yo sé...". Fortún, un personaje vestido de fraile, recibía así en el Salón del Justicia del Ayuntamiento a los participantes en la visita guiada que la Oficina de Turismo de Huesca organizó este lunes para los zaragozanos que se desplazaron a la capital oscense con motivo de la festividad de la Cincomarzada. La sala noble, donde está el cuadro de la Campana, era uno de los hitos del recorrido que unas 100 personas, distribuidas en dos grupos, realizaron a partir de las 11.00, con salida en la plaza López Allué.

La visita continuó en la iglesia de San Pedro el Viejo, que este lunes estuvo muy transitada por diferentes grupos de turistas y estudiantes. Continuó en la catedral, "que sorprende, porque la vista del exterior no da idea de lo que vas a encontrar dentro", comentó Rebeca Alcalá. Ella y Miguel Ángel Labarta se enteraron por internet de la propuesta de la Oficina de Turismo por el 5 de marzo y, aunque ya conocían la ciudad, nunca habían participado en una visita guiada. Vinieron en coche particular y tenían previsto comer en Huesca, pero no habían reservado. Lo que sí tenían seguro era que iban a comprar castañas de mazapán y otros dulces porque "vamos a cargar el maletero para toda la semana", dijo él.

La catedral, en concreto el retablo mayor de Damián Forment, fue lo que más les gustó a Alberto Los Santos y Laura Guillén. "El escultor es el mismo que hizo el que está en Santo Domingo de la Calzada, nuestro pueblo", comentó ella. Venían de La Rioja y estaban de vacaciones. "Al ver lo de las visitas decidimos pasar por aquí", comentó él. Su risa ya lo demostraba, pero indicaron: "Nos está gustando muchos, es un recorrido bonito y animado".

La parada en la cocina aragonesa, recientemente abierta al público en la planta baja del Ayuntamiento, fue sin duda lo más divertido del periplo. Allí, sentado en una mesa, con hábito y corona, estaba el rey Ramiro II el Monje. En una versión más expansiva que la atribuida por la historia, contó lo ocurrido a su padre (Sancho Ramírez) y a sus hermanos (Pedro I y Alfonso I) en sus batallas mientras invitaba a los visitantes a un aperitivo a base de olivas, chorizo, longaniza, queso y torteta, acompañado de pan y vino en porrón, que muchos bebieron con destreza.

Antes de visitar la cocina, los grupos conocieron el antiguo salón de plenos, con sus tapices y cuadros representando a los reyes privativos de Aragón (antes de que su dinastía enlazase con la de los condes de Barcelona). El techo, pintado por León Abadías, llamó la atención, como la pintura ‘El entierro de San Lorenzo’, de Alejo Vera y cedida por el Museo del Prado.

Una sorpresa para Paquita

A las preguntas de los turistas, el guía explicó que el monasterio de El Escorial, como la fachada de la basílica de Huesca, tiene forma de parrilla y que debe su nombre a que el rey Felipe II lo erigió para conmemorar su victoria en la batalla de San Quintín, el 10 de agosto de 1557, festividad de San Lorenzo. Entre este público tan interesado estaba Paquita Víu, profesora jubilada que reside en la capital oscense y que ayer tuvo una gran sorpresa: diez de sus compañeros del colegio Santa Magdalena Sofía, de Zaragoza, también retirados, aprovecharon la fiesta para desplazarse a Huesca y visitarla. "Todavía estoy en ‘shock’", decía. "El enlace de todo esto ha sido su hija", comentó una de las organizadoras.

Los zaragozanos también aprovecharon este lunes para hacer un viaje en familia. "Era día de fiesta y no teníamos nada previsto así que hemos venido a conocer Huesca, porque hemos pasado muchas veces por aquí pero nunca nos habíamos quedado a visitarla", explicó una de las integrantes del grupo de seis personas que componían los Gallán y los Romance. Según dijeron al salir del Salón del Justicia y después de ver el cuadro de Casado el Alisal, ya conocían la leyenda de la Campana, "pero con la escenificación cambia mucho". Iban a quedarse a comer en la ciudad y después pasarían por el planetario o el campo de fútbol de El Alcoraz, que podía visitarse de forma gratuita y a donde acudieron unas 25 personas.

La familia Bernardos sí había realizado reserva en un restaurante oscense. Comentaron que se habían enterado de la propuesta de Turismo a través de la página web de HERALDO y "hemos venido todos, padres, hijos y hermanos, ocho en total". Su previsión era volver a Zaragoza después de comer.

Además de quienes participaron en las visitas guiadas y pasaron por Turismo, otros muchos zaragozanos se acercaron a Huesca a pasar la mañana.