Las plantas deshidratadoras de Sariñena reducen sus emisiones de polvo verde

La contaminación de estas instalaciones es objeto de un proceso judicial. La cooperativa Los Monegros ha iniciado las obras para mejorarlas con la colocación de nuevos filtros.

Sariñena (Huesca).
Sariñena (Huesca).

La cooperativa de Los Monegros, que está situada en Sariñena, espera reducir en alrededor de un 50% sus emisiones de polvo verde, cuyo grado de toxicidad está siendo investigado por orden judicial tras las más de veinte denuncias presentadas por distintos vecinos del municipio. Para ello, la firma ha fusionado sus dos líneas de producción, tiene previsto trasladar una parte de su actividad y además está llevando a cabo una remodelación integral de sus instalaciones.

La otra deshidratadora, Bescós y Avellanas, implicada en el mismo litigio, también ha realizado mejoras recientemente por valor de alrededor de 300.000 euros.

Las actuaciones de la cooperativa de Los Monegros suponen una inversión de 600.000 euros y está previsto que finalicen antes del inicio de la próxima campaña de alfalfa, que arrancará en abril, según explica el gerente de la entidad, José Miguel Ochoa, que subraya el esfuerzo realizado para cumplir con los compromisos adquiridos.

En la actualidad, la firma está instalando un nuevo sistema de decantación para tratar la alfalfa, que sustituirá al anterior, y además, montando multiciclones de ventilación y un filtro de mangas, lo que reducirá las emisiones de polvo verde.

De acuerdo a los estudios realizados, se estima una reducción del 50%, un porcentaje que podría variar, ya que "depende de las características de la alfalfa, entre ellas, del tipo de producto o grado de humedad", precisa Ochoa, que se muestra "convencido" de que las inversiones realizadas minimizarán "de forma notable" las actuales molestias sobre la población.

La polémica estalló en el año 2007 tras un informe de Calidad Ambiental de la DGA que detectó niveles de contaminación atmosférica que superaban los permitidos y que presuntamente estaban relacionados con el polvo emitido por las dos deshidratadoras existentes en Sariñena. A partir de entonces, hubo nuevas mediciones y en su mayoría rondaron el límite autorizado, generando constantes críticas entre la población.

Tras más de una década sin soluciones, las denuncias de una veintena de vecinos han llevado el caso hasta los tribunales y en la actualidad está siendo investigado por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Huesca, que ha declarado la causa compleja, lo que alarga el periodo de instrucción.

Resulta clave el informe encargado al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, que determinará las características de las partículas del polvo verde así como las posibles afecciones de las mismas sobre la población y el medio ambiente. Para ello, sus especialistas han recogido muestras a través de la instalación de un sofisticado captador volumétrico de partículas, que, según detallaron en su momento, han ido cambiado de ubicación de forma periódica.

Desde el principio, los vecinos sostienen que el polvo verde emitido causa importantes molestias y diferentes problemas de salud, especialmente afecciones respiratorias. También han mostrado su preocupación por la ubicación de las dos deshidratadoras, que están muy cerca de la Laguna de Sariñena, declarada Refugio de Fauna Silvestre, así como del depósito de agua destinado a abastecer a la población.

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