Tres metros de nieve reciben a los montañeros en la Renclusa

El último temporal deja 70 centímetros de nieve en el refugio de montaña del valle de Benasque y casi medio metro en cotas altas de las estaciones de esquí

Uno de los guardias paleando para despejar el camino hacia el refugio
Uno de los guardias paleando para despejar el camino hacia el refugio
Iñaki Gómez/Toño Torres

Toño Torres e Iñaki Gómez llevan varios días solos. El temporal de nieve de los útimos días ha espantado a los potenciales visitantes de la Renclusa, aunque este miércoles ya ha llegado algún cliente. No es de extrañar que los guardas de invierno hayan sido los únicos ocupantes de este refugio del valle de Benasque, teniendo en cuenta que a las puertas del edificio conviven con una montaña de nieve. El albergue está situado a 2.140 metros (es el segundo más alto del Pirineo aragonés), de camino al Aneto, y la última nevada, caída a principios de esta semana, les ha dejado otros 70 centímetros, de forma que ya se acumulan 286 cm.

Iñaki Gómez justifica que aparezcan pocos montañeros estos días por el elevado riesgo de aludes. "La gente se lo toma con calma, espera a que baje el peligro", cuenta. En la mañana del miércoles seguía el temporal, que ha complicado la situación incluso en cotas inferiores, en los accesos a los pasos fronterizos, pero por la tarde ya han aparecido algunos rayos de sol.

Tres metros de nieve reciben a los montañeros en la Renclusa

La Aemet, que el miércoles situaba el peligro de aludes en nivel 4 (fuerte) sobre un máximo de 5, ha rebajado la estimación para el jueves por debajo de 2.220 metros, aunque la mantiene en altitudes superiores. “Hemos oído cómo caían varios aludes, aunque no hemos llegado a verlos", explica el guarda de la Renclusa. Se espera una mejoría del tiempo que asentará la nieve en las laderas y provocará purgas naturales.

“En la montaña hay que adaptarse a las circunstancias. Esta mañana, por ejemplo, había ventisca. Salimos poco fuera, lo imprescindible para hacer algún trabajo”, señala. Como palear la nieve, una labor que lleva tiempo teniendo en cuenta el grosor acumulado, tapando puertas y ventanas y obligando también a limpiar las placas de energía solar. Y eso que la última tormenta no ha sido la peor del invierno. A principios de febrero llegó a caer un metro. Entonces no pudieron ni siquiera bajar hasta la Besurta. Cuando hay temporal la comunicación con Benasque resulta más difícil, pese a que los guardas cuenten con una moto de nieve.

Es el primer año en la Renclusa para Iñaki Gómez. El año pasado estaba en Linza. “Es muy diferente vivir con el coche en la puerta”, comenta, ya que este refugio se encuentra a pie de carretera. El frío, añade, no es problema, aunque lo habitual sea estar a una temperatura entre -2 y -5 grados. Hace 20 días, los termómetros alcanzaron -16 grados, por no hablar de la sensación térmica cuando hay ventisca.

Desde el domingo, las  precipitaciones generalizadas en el Pirineo han dejado en zonas próximas a la frontera 50 centímetros de nieve nueva, de forma que en cotas altas, por encima de unos 2.200 metros, se encuentran grandes acumulaciones de más de dos metros. Si en la Renclusa hay casi 3 m, en el refugio de Cap de Llauset, situado también en la comarca de la Ribagorza y el de mayor altitud del Pirineo aragonés, se acercan a 2,5 m. También las estaciones han notado el paso del último temporal, con 45 centímetros de nieve nueva. Formigal alcanza en sus cotas más altas 260 centímetros.

¡Tenemos 45cms de nieve nueva acumulados en #Formigal! pic.twitter.com/JmafBGq7P5

— FORMIGAL (Aramon) (@AramonFormigal) 21 de febrero de 2018


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