Pilar Gómez: "El lindano es un problema inabarcable con el presupuesto de Aragón"

La directora general de Sostenibilidad lamenta que la Comunidad lleve la mayor parte de la carga de la gestión de los residuos, que ya ha costado casi 60 millones de euros.

La directora general de Sostenibilidad, Pilar Gómez, responsable en la Consejería del plan de descontaminación de lindano.
Pilar Gómez: "El lindano es un problema inabarcable con el presupuesto de Aragón"
José Miguel Marco

Pilar Gómez, directora general de Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, aún no lleva un año en el cargo, pero ya ha tenido tiempo de conocer a fondo la dimensión del problema del lindano. No en vano ocupa buena parte de su trabajo y de los fondos de su departamento. Licenciada en Ciencias Químicas, presentó recientemente a los comités de seguimiento las últimas actuaciones: compra pública de proyectos innovadores para atajar la contaminación del barranco de Bailín, investigaciones para la destrucción de residuos, búsqueda de fondos en Europa o los preparativos para la demolición de la fábrica. El pasado miércoles, la DGA y el Ministerio de Medio Ambiente anunciaron un convenio con más de 3 millones de euros para seguir abordando la descontaminación en Sabiñánigo.

La lucha contra los residuos de Inquinosa no acaba nunca. ¿Cuánto dinero lleva gastado la Administración?

Desde que comenzamos en 1992 hasta el 2016, hemos invertido cerca de 60 millones de euros, de los cuales un 70% han salido del Gobierno de Aragón. Una cuarta parte del presupuesto de mi dirección general va dedicado a este tema, sin contar el dinero que llega del Ministerio y de la Unión Europea. El lindano es un problema nuestro porque está aquí localizado, pero viene de autorizaciones y de falta de control cuando las competencias no eran de Aragón. Existe una desproporción entre lo que invertimos nosotros y el resto de administraciones. Estamos intentando que se refuercen las ayudas, porque este es un problema inabarcable para el presupuesto de la Comunidad Autónoma de Aragón. Es tan grande el porcentaje dedicado al lindano que, quieras o no, se resienten otros proyectos.

¿Qué inversión se ha hecho durante este año?

Este año, 4,7 o 4,8 millones; y el año que viene, parecido, porque hay gastos continuados de control, gestión de depuradoras...

Además de los vertederos de Sargas y Bailín, ahora habrá que afrontar el desmantelamiento de la fábrica.

Es un proyecto muy complejo y que será largo. Tenemos que considerar todos los riesgos, por poca probabilidad que haya de que se produzcan. Contamos con un plan de alerta y vigilancia, para detectar cualquier problema en la potabilización del agua, que se reforzará cuando hagamos el desmantelamiento de Inquinosa. Además, están los proyectos de investigación, que nos van dando pistas de cómo podemos ir trabajando. Hacemos pruebas de remediación de suelos con empresas que nos ofrecen sus técnicas. Otra cosa no, pero residuos para ensayos tenemos. A ver si puede funcionar.

El traslado de los residuos dentro del vertedero de Bailín fue un momento crítico. ¿El derribo de la fábrica será otro?

Son cosas distintas. En el vertedero, movíamos residuo puro, la fábrica es un edificio contaminado. La complejidad que tiene es su ubicación en el casco urbano. Pero ahora existe tecnología que permite ir poco a poco, sin generar mucho polvo. Tenemos que ver el coste y cómo lo vamos a gestionar. Pocas veces se han hecho derribos de un lugar tan contaminado, y tan cerca de la población. Es muy importante que los vecinos sepan qué vamos a hacer y en qué momento, aunque hay colectivos que critican la información que vamos dando.

Se sabía que Inquinosa arrojó lindano de forma incontrolada fuera de los vertederos conocidos, Sardas y Bailín, pero hasta esta semana no se ha desvelado que localizaron uno de esos puntos.

En el plan de descontaminación integral ya incluíamos los minivertidos, mencionábamos esa cuestión. Éramos conscientes de su existencia porque lo habían dicho los ecologistas y extrabajadores, porque había gente que lo contaba. El problema ha sido localizarlos. Nos informaban que los camiones se desviaban por determinadas carreteras, pero no sabíamos dónde. El compromiso que adquirimos es que hablaríamos con los ayuntamientos (se han realizado avisos en los tablones de 13 municipios) para ver si alguien nos podía delimitar un sitio concreto, no podemos estar agujereando toda la comarca.

¿Y el del núcleo de Lastiesas (Jaca) es el único localizado?

Sí, porque el propietario dijo: ‘Mi padre me contó que un camión tiró un polvo blanco en este punto’. Y ahí hemos estado haciendo catas hasta acercarnos al lugar exacto. Inmediatamente iniciamos el expediente de declaración de suelo contaminado y lo notificamos al propietario y al Ayuntamiento. No se ha detectado en el agua nada sospechoso.

¿Esta investigación de minivertidos continúa abierta?

Seguimos investigando en ese punto, y si más adelante nos llega de otro lugar, haremos lo mismo.

¿Se ha llegado a hablar con extrabajadores?

Sí, y de hecho tenemos algún hijo de extrabajador de Inquinosa que está contratado en el vertedero de Bailín.

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