Un nuevo puente colgante ha vuelto a unir los dos barrios que conforman la localidad de Puente de Montañana (Huesca), una población partida por el río Noguera Ribagorzana que adentra parte de su término municipal en la provincia de Lérida.

La alarmante situación de los anclajes de la antigua pasarela que utilizaban los vecinos para desplazarse entre las dos zonas llevó a las autoridades municipales a acordar el cierre de la misma el pasado mes de febrero.

Esta situación ha obligado a los habitantes de la localidad a realizar desde entonces trayectos en coche de tres kilómetros para llegar a calles situadas a escasos metros y ante su vista.

El nuevo puente, de 44 metros de longitud, ha sido llevado a cabo por la Diputación de Huesca (DPH) con una inversión superior a los 350.000 euros, según informa la Institución provincial en un comunicado.

El presidente de la DPH, Miguel Gracia, quien ha visitado hoy las obras del nuevo puente, ha asegurado que la nueva infraestructura permitirá a los vecinos de esta localidad "tener unidos" los dos barrios de la localidad, pero también su misma historia en común.

Gracia, quien ha recorrido el puente en compañía del alcalde de Puente de Montañana, Javier Bergua, ha recordado que la primitiva pasarela fue demolida durante la Guerra Civil y reconstruida en el año 1938.

Ha recordado que sin esta infraestructura, los vecinos de la población debían desplazarse a través de la carretera de Tremp (Lérida) para moverse entre los dos barrios.

Gracia ha destacado que la obra tuvo que ejecutarse como una "actuación urgente" tras comprobarse el estado de la infraestructura y, sobre todo, de sus anclajes, señalando que la idea inicial de arreglo tuvo que cambiarse "inmediatamente" por la construcción de un paso nuevo".

Ha defendido la inversión llevada a cabo por la institución altoaragonesa dado que "la capacidad económica de estos pequeños ayuntamientos no les permite hacer frente a este tipo de obras".

Puente de Montañana se encuentra entre dos provincias, la mayor parte en Huesca y una menor en Lérida.

Una situación geopolítica singular que ha provocado que una de las casas de la población se sitúe a caballo entre dos provincias y, simultáneamente, entre dos comunidades autónomas, y que hace que sus ocupantes, aún residentes oficialmente en Tremp, reciban los servicios en Puente de Montañana.

Sin embargo, la ubicación de esta localidad la convierte, según Gracia, en un "enclave estratégico" para las comunicaciones entre las comarcas de la Ribagorza y la del Pallas Jussá a lo largo de la historia, "siendo de vital importancia para ello el puente colgante que desde el siglo XIX comunica ambos barrios".

La construcción y montaje del nuevo puente ha sido muy singular, mediante el montaje previo de la estructura metálica sobre el cauce y su posterior elevación mediante dos grúas.

Los cables de los que cuelga el puente, uno a cada lado y de unos 70 metros de longitud, pueden soportar una carga de hasta 200 toneladas y sólo se fabrican en dos lugares en España.