Un incendio forestal declarado en el municipio de Torre la Ribera, en la comarca oscense de la Ribagorza, avanza desde ayer sin control a 1.500 metros de altitud, aunque no amenaza a ninguna población. Un centenar de personas seguía anoche trabajando para atacar las llamas por tierra, en una zona escarpada, una vez retirados los medios aéreos. Ayer se contó con la colaboración de hidroaviones llegados desde Madrid y Cataluña y por la tarde se incorporó un pelotón de la UME. Hoy se intensificarán las labores de extinción.

El Gobierno de Aragón ha reconocido que se trata de un incendio "atípico" en esta época del año, pero la ausencia de lluvias, la baja humedad del aire y el viento contribuyeron a la propagación de las llamas.

El fuego se declaró sobre las 7.00. El humo era visible desde muchos puntos de la provincia, incluso desde Barbastro, a más de 50 kilómetros. Todavía no se han determinado las causas, pero se sospecha que pudo ser intencionado. Comenzó en un lugar donde no existe acceso rodado, no pasan líneas eléctricas, ni hay fincas de cultivo donde pudiera hacerse una quema de rastrojos. Tampoco pudo causarlo un rayo porque no había tormenta, comentó el alcalde de Torre la Ribera, José Franch.

Afecta una zona boscosa, de pino, roble y carrasca, situada enfrente del macizo del Turbón, en un triángulo formado por las localidades de Villacarli, Visalibons y Torre la Ribera. En la zona hay pequeños pueblos diseminados. "Estamos viendo cómo pasan los aviones, pero creemos que no hay riesgo para nosotros, porque está lejos y además en medio tenemos un barranco", explicó un vecino de Brallans, otro de los núcleos de Torre la Ribera.

El suceso motivó una reunión urgente del Centro de Coordinación Operativa (Cecop) de Aragón. Al término de la misma, el director general de Gestión Forestal, Ángel Berzosa, informó que se trabajaría aún sin luz solar con medios terrestres para asegurar el perímetro y atacar los dos flancos más activos. Por la mañana se enviarán tres bulldozers para realizar cortafuegos y volverán a la zona los hidroaviones. Se confía en poder controlarlo a lo largo del día, "si las condiciones meteorológicas lo permiten", indicó el Gobierno de Aragón, particularmente si amaina el viento, que ayer complicó el trabajo de los medios aéreos y ayudó a propagar las llamas. Se cuenta con que el descenso de las temperaturas nocturnas, por debajo de cero grados, contribuya a apagarlas.

Andrés Pociello, responsable del parque de bomberos de la Ribagorza con base en Benabarre, explicó que una de las mayores dificultades es que se trata de un terreno "muy agreste" y sin caminos de acceso.

En la zona trabajaron la cuadrilla helitransportada de Alcorisa, tres hidroaviones del Ministerio de Agricultura llegados desde Torrejón de Ardoz, una motobomba, un bulldozer, siete agentes de protección de la naturaleza, siete técnicos y dos retenes de tierra de Calamocha y Ejea de los Caballeros.

La Generalitat de Cataluña envió dos aviones de carga procedentes de Sabadell, había equipos de bomberos de la comarca de la Ribagorza (de los parques de Benabarre y Graus) y la Unidad Militar de Emergencia. Esta ha desplazado un pelotón con 41 militares y numerosos vehículos terrestres (autobombas, un camión nodriza y una ambulancia), además de un helicóptero. "Un equipo trabajará 12 horas y será relevado por otro", comentó el capitán Jesús Garrido. Hoy también se incorporarán la BRIF de Daroca y una cuadrilla helitransportada de la Comunidad Valenciana, con la previsión de poder detener el avance de las llamas.