Fiesta sorpresa en los Mallos en el último día de trabajo

Un instructor del CAEM de la Guardia Civil se despide de su vida profesional escalando La Visera de los Mallos. En la cumbre le esperaban para su sorpresa familiares, alumnos y compañeros.

Quería despedirse escalando los Mallos de Riglos. Era la mejor manera de decir adiós a 36 años de trabajo en el servicio de montaña de la Guardia Civil, como instructor y como socorrista, antes de pasar a la reserva activa. Pero José Luis Escolano no se imaginaba lo que se encontraría arriba, a más de 800 metros. Allí estaban su familia, sus compañeros y sus alumnos, que de esta forma quisieron darle una sorpresa en su último día de trabajo. Nada más y nada menos que una fiesta de despedida en la cumbre de La Visera, una pared mítica para los escaladores.

“Siempre había querido que mi despedida fuera escalando en Riglos, pero no me imaginaba que sería ese día. Pensaba en organizar algo una vez que pasara a la reserva”, cuenta. El 9 de noviembre tocaba entrenamiento con los compañeros, dentro del plan de instrucción. Formaban dos cordadas que progresaron por dos vías distintas. “Al llegar a la cumbre de La Visera encuentras un agujero donde están los anclajes de rescate y donde te paras para quitarte los pies de gato. Existe un pequeño remonte, de 4 o 5 metros, que te impide ver lo que hay detrás. Estuvimos cambiándonos y recogiendo las cuerdas. Sabía que era prácticamente mi último día de escalada de uniforme”, explica. Hubo lágrimas y abrazos con sus tres compañeros.

Pero lo más emocionante estaba por llegar: arriba esperaban a José Luis unas 70 personas, que habían llegado andando por detrás a la cumbre de La Visera. “Fue muy emocionante. Empecé a saludar gente, se fueron abriendo y al final aparecieron mi mujer y mis dos hijos”. Junto a ellos, todos sus alumnos y sus compañeros del Centro de Adiestramientos Específicos de Montaña de la Guardia Civil (CAEM) de Candanchú y de la Jefatura de Montaña con base en Jaca.

José Luis Escolano, que se identifica como un gran aficionado a la escalada, lleva toda su vida profesional en la Guardia Civil de Montaña. Es uno de los instructores de la escuela, prácticamente desde su creación, ya que estuvo en el curso piloto y se quedó como instructor. Natural de Barbastro, fue fundador de la Unidad Especial de Montaña de 1991 a 2001 y del actual equipo de rescate con base en la ciudad de Huesca. En su currículum destaca además su participación en 1989 en una expedición al Makalu (8.463 metros) y en 2002 al Cho Oyu (8.201 m). Su última salida importante fue como integrante del equipo de búsqueda de las víctimas españolas en el valle de Langtang, tras el terremoto de 2015 en Nepal.

Cantera de especialistas

Su pase a la reserva coincide con la finalización, este miércoles, de la primera fase de las tres de las que consta el curso de especialista en montaña de la Guardia Civil, en el que han participado un suboficial, 17 guardias civiles y dos miembros de la Gendarmería Real de Marruecos. La formación se inició en el mes de septiembre y ha consistido en aprender movimiento en montaña estival, con prácticas de escalada en roca, autosocorro, espeleología y el primer módulo de rescate. Para las prácticas de espeleología, se trasladaron a la zona oriental de Cantabria, realizándose el resto de la fase en el Pirineo aragonés y navarro.

Los futuros especialistas continuarán el curso en el mes de enero, ya que la duración global del mismo es de 1.640 horas, y lo acabarán en julio. En estos meses habrá otras dos fases en las que se desarrollarán técnicas de montaña y rescate invernal, esquí alpino y de montaña, barranquismo, primeros auxilios y rescate en todas sus modalidades, entre las que se incluyen las que se realizan con medios aéreos.

La formación se imparte en el CAEM, creado en 1981. A las pruebas de acceso para este curso, que se celebraron del 20 al 26 de marzo, accedieron 60 aspirantes de los que solo se seleccionó a un tercio. Como novedad para las pruebas selectivas de este curso, se han aumentado las de carácter específico con objeto de que los aspirantes no solo demostraran sus capacidades físicas, sino las técnicas básicas necesarias para algunos de los módulos formativos del curso.

La Guardia Civil ha realizado desde el día 1 de enero hasta el 15 de noviembre 835 rescates en montaña en toda España, frente a los 878 que se habían realizado en el mismo período de 2016, casi un 5% menos. El total de víctimas rescatadas ha sido de 1.315, con 95 fallecidos, 515 heridos y 608 ilesos, un 7,38% menos que en el mismo período del año anterior. La inexperiencia o la falta de planificación de la actividad a realizar siguen siendo las causas principales por las que se producen los accidentes, señala el teniente Fernando Rivero, del Servicio de Montaña de la Guardia Civil.

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