La Escupidera de Monte Perdido, en el valle de Ordesa, incrementó ayer su lista negra de accidentes con el fallecimiento de R. F. G., un montañero cántabro de 32 años que se precipitó al vacío por este ‘tobogán’. Con esta ya son 16 las personas que han perdido la vida en lo que va de año en actividades de montaña en la provincia de Huesca.

Según informaron fuentes de la Guardia Civil, en torno a las 13.30 recibieron un aviso en la central del 062 informando de que una persona se había precipitado en la zona de La Escupidera de Monte Perdido, dentro del término municipal de Fanlo.

Al lugar se dirigieron de inmediato especialistas del Greim de Boltaña a bordo del helicóptero de la Unidad Aérea de Huesca junto con el médico de 061. Después de localizar el lugar donde se encontraba el accidentado, una ladera cubierta de nieve, el médico solo pudo certificar el fallecimiento del montañero al tener lesiones incompatibles con la vida.

Los socorristas procedieron al levantamiento del cadáver y su traslado en la aeronave hasta la localidad de Boltaña, donde se le realizará hoy la autopsia. La víctima es un joven de 32 años, vecino de Potes (Cantabria), que en el momento del accidente iba acompañado de dos personas.

Las tres rutas normales de ascensión al Monte Perdido (3.355 metros) obligan siempre a superar La Escupidera, donde la nieve permanece durante gran parte de año incrementando el peligro. De hecho, en las imágenes del rescate facilitadas ayer por la Guardia Civil se aprecia claramente el manto blanco que cubre la ladera. Por ello, los expertos siempre aconsejan informarse antes de las condiciones de la montaña por si es necesario añadir piolet y crampones al equipo.

Más de 50 fallecidos

El nombre de ‘Escupidera’ se debe precisamente a que, pese a ser un embudo, es una ladera inclinada hacia la izquierda y ‘escupe’ a los excursionistas hacia un precipicio de entre 100 y 150 metros con lo que las caídas son siempre mortales. De hecho, en las últimas décadas se han contabilizado medio centenar de accidentes con fallecidos.

El último tuvo lugar en mayo del año pasado, cuando un joven vecino de Olorón (Francia) que hacía esquí de travesía con dos amigos se precipitó en una caída libre de 80 metros. Los tres amigos venían de Francia y, pese a su juventud, eran unos montañeros experimentados. Habían subido por la cara norte a Monte Perdido y ya descendían hacia el refugio de Góriz, donde tenían previsto pernoctar. Al llegar a La Escupidera, la víctima perdió el control y resbaló por la pendiente hasta ir a parar al cortado.

La provincia de Huesca contabiliza ya 16 personas fallecidas en este 2017 mientras realizaban actividades en la naturaleza. El último accidente mortal se había producido en el pasado puente del Pilar, cuando un montañero perdió la vida al caer unos 70 metros por una pendiente en las proximidades del monasterio de Obarra, en la comarca de la Ribagorza. El fallecido, de 47 años y vecino de Badajoz, trataba de buscar un camino de escape de la vía ferrata Croqueta, que había iniciado junto a un compañero y que ambos decidieron abandonar debido al cansancio. Durante el descenso, se precipitó.

Aunque en estos dos últimos casos las víctimas iban acompañadas, una de las características de los accidentes mortales registrados en este 2017 es que cinco de las personas fallecidas habían salido sin compañía a realizar la actividad, algo que desaconsejan totalmente tanto la Guardia Civil como los expertos.