Graus comienza sus celebraciones con trabucazo y cabalgata

Estuvieron acompañadas por diferentes bandas que animaban, aún más, el ambiente festivo.

El trabucazo desde el balcón del Ayuntamiento, el disparo de cohetes y el baldeo de campanas fueron de nuevo ayer los heraldos del inicio oficial de las fiestas grausinas. Como manda la tradición que impone estos días el ritmo de los acontecimientos en la villa ribagorzana, a las doce del día doce se inició la cabalgata, acompañada de la rondalla local de Francisco Parra y los cantadores Francisco Lasierra y Javier Badules, la charanga Band&Diez y la Banda de la Unión Musical Rodense. A pesar de ser jornada laboral, un numeroso público jaleó el paso de las carrozas y se implicó decididamente en el desfile haciendo que las calles grausinas volvieran a convertirse en un hormiguero humano. La cabalgata acabó con el remojón de los más jóvenes en las, ahora escasas, aguas del Ésera.

Por la tarde los actos protagonistas fueron el recibimiento a los gaiteros en el puente de Abajo, una ceremonia que recuerda el acompañamiento musical que hacían los gaiteros de Caserras en las fiestas grausinas y que este año inauguró un monumento alusivo regalado por el escultor local Alfonso Riazuelo, así como su entrada en Graus por el portal de Chinchín, el canto de las albadas –la primera de ellas delante de la casa de San Vicente Ferrer y el beato Cerdán durante su visita a Graus en 1415– y la ofrenda de los frutos de la tierra al Santo Cristo.

Hoy es el día dedicado a San Vicente Ferrer. La procesión del santo, la actuación de los danzantes o la celebración de la tradicional Mojiganga serán algunas citas imprescindibles de la jornada.

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