La decisión del Ayuntamiento de Monzón de retirar de forma "inminente" la escultura del Sagrado Corazón que preside la plaza de armas del castillo de Monzón no ha sentado bien a todos los partidos. Aunque el equipo de gobierno (PSOE-Cambiar), al que apoyan Ciudadanos y CHA, alega que es para preservar la estructura de la fortaleza y ante el riesgo de un posible derrumbe del polvorín, donde se asienta desde 1950 tras la donación realizada por la empresa química Hidro Nitro Española, PAR y PP creen que hay soluciones técnicas para que permanezca en su actual emplazamiento.

El Ayuntamiento acata las recomendaciones realizadas por los técnicos de Patrimonio del Ministerio de Cultura que trabajan en la restauración del inmueble, con el visto bueno del propietario de la fortaleza, el Ministerio de Hacienda. Cumplirá así con el plan director general del castillo redactado en 2009 y que aconsejaba su retirada al tratarse de un elemento incorporado que podía dañar el polvorín. Además, las obras de restauración que se están haciendo en la plaza de armas se tendrían que suspender si sigue allí.

El equipo de Gobierno (PSOE- Cambiar) cuenta además con el visto bueno del Obispado de Barbastro-Monzón, cuyo prelado aseguró al alcalde que la decisión la debían de tomar con el propietario de la imagen, la empresa Hidro Nitro Española (HNE) que la colocó el 29 de junio de 1950, un año después de que la fortaleza fuera declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional.

El alcalde, Ávaro Burrell, aseguró que también tiene el apoyo del industrial Villar Mir, responsable de HNE, dispuesto a financiar la restauración de la escultura, para su traslado a otro emplazamiento, "con dignidad y donde estará iluminada de noche y será accesible por todos los vecinos". "Abordamos este asunto con el máximo respeto a la tradición cristiana y a la propia historia de la ciudad. Le daremos todo el realce posible en la ubicación que se decida", aclaró.

El Ayuntamiento baraja varias ubicaciones que se "debatirán en un pleno escuchando a todo el mundo", según Álvaro Burrell. Se realizará un acto público la semana que viene en la Casa de la Cultura, junto con los técnicos, para informar a los agentes sociales y a los ciudadanos en general de los motivos del traslado.

"Un cristo con el Cristo"

Las reacciones políticas no han tardado. El PAR criticó ayer que el equipo de Gobierno "ha creado un cristo con el Cristo del Sagrado Corazón". "Se ha armado una polémica que nos recuerda al cambio del nombre del centro cívico por el de Manuel Azaña. Entramos en debates innecesarios que enfrentan a la ciudadanía. El Ayuntamiento está ‘podemizando’ Monzón y jugando con los símbolos con estas polémicas estériles", afirmó el portavoz, Jesús Guerrero. El PAR, al igual que el PP, va a buscar soluciones técnicas para que la escultura permanezca en el castillo.

Para el PP, el Sagrado Corazón "es un icono de Monzón y símbolo cultural. Creemos que hay alternativas y otras soluciones técnicas antes que su retirada y se van a encargar informes independientes".

Y entre los partidarios de un nuevo emplazamiento están el resto de fuerzas. Ciudadanos opina que "el hormigón en el que se sustenta está provocando daños irreparables al castillo. Se entiende bajo criterios completamente técnicos".

Para Cambiar, "este es un tema fundamentalmente técnico de uniformidad patrimonial pero es esencialmente una cuestión de seguridad futura de la fortaleza. En nuestra opinión, defendida desde siempre, solo cabe ser valientes y trasladar la escultura a un entorno público o privado vinculado con lo cristiano. No hacerlo para intentar sacar rédito político es lo que menos necesita nuestro castillo y la ciudad".

Chunta Aragonesista mostró su "satisfacción y apoyo ante esta decisión". Además pide "responsabilidad a los grupos municipales más reticentes. Si queremos una restauración integral del castillo y su puesta en valor, hay que trasladar el Sagrado Corazón de Jesús de lugar".