Innovación con sello de Monzón para apagar incendios en Portugal

La empresa Sallen Fire ha donado 25 toneladas de su novedoso producto que bloquea la expansión del fuego.

La empresa puede llegar a fabricar 3.000 kilos a la hora.
La empresa puede llegar a fabricar 3.000 kilos a la hora.
Sallen Fire

¿Imagina un producto que actúe como un cortafuego y consiga bloquear el avance de las llamas? Pues existe, y tiene sello altoaragonés. Se llama Salle Fire y se produce en una planta en Monzón, desde la que su propietario e impulsor, César Sallén, asegura que su utilización podría “evitar que se quemaran hasta un 80 % menos de hectáreas” y hacer que los incendios se extingan mucho antes. Por ello, han enviado una partida de 25 toneladas hasta Portugal, a través de la Unidad Militar de Emergencia (UME), con el fin de colaborar con el control y apagado de los fuegos forestales activos en el país luso, especialmente afectado por ellos en los últimos meses, que ha llevado al Gobierno portugués a declarar la situación de 'calamidad pública'. “Visitamos algunas zonas para conocer de primera mano la situación, y vimos que Sallen Fire podía resultar muy útil, por lo que decidimos realizar esta donación”, relata Sallén.

Durante más de una década, ha estado trabajando en la creación de esta fórmula, que ya se utiliza en Castilla-La Mancha y Alicante, así como la UME en sus diferentes actuaciones por todo el país, como en el incendio que se produjo hace ahora un año en la planta de residuos de Chiloeches, en Guadalajara.

Todo esto les ha permitido suscitar interés por sus propiedades incluso en el extranjero, con contactos desde Australia o Estados Unidos. “Vamos poco a poco, ganando algo de mercado, y exponiendo las ventajas de utilizar el producto”, explica el empresario, natural de Binéfar, que decidió trabajar en ello a raíz de la muerte de varios voluntarios en un incendio en Guadalajara en 2005. “Pensé que había que buscar algo que evitara que los bomberos tuvieran que acercarse tanto a las llamas, que hiciera que el fuego se extinguieran sin necesidad de vigilarlo desde las proximidades”, añade.

Tras mucho trabajo de laboratorio, consultando con las fuerzas de seguridad dedicadas a luchar contra los incendios para mejorar sus características, nació Sallen Fire, un líquido que actúa como agente extintor, bloqueando el avance de las llamas, como si se tratara de un cortafuegos. “Además es completamente ecológico, porque no tiene componentes tóxicos, no es corrosivo ni desprende gases”, destaca César Sallén, “los restos desaparecen con agua, es decir, con la lluvia”, añade. Este punto es una de sus cualidades más a tener en cuenta, ya que algunos de los elementos que se utilizan actualmente con estos fines afectan al suelo, e impiden que sean fértiles incluso en décadas.

Además, la composición del producto hace que pueda ser distribuido sin causar daños a través de distintos medios terrestres usados por los equipos de extinción de incendios, como motobombas y mangueras, además de los medios aéreos, sin dañar los equipos.

Sallen Fire se elabora en una planta de trabajo situada en el polígono 'La Armentera' de Monzón, en la que da empleo a tres personas. “Podemos fabricar 3.000 kilos a la hora”, señala su responsable, con una producción anual de dos millones de litros.

La innovación tecnológica ha sido constante en la carrera de César Sallén, ya que antes de elaborar este producto para la lucha contra el fuego, ha desarrollado y patentando otros elementos muy importantes en el ámbito de la seguridad, como los arcos detectores para bancos, sistemas de vallados inteligentes o robots para la desactivación de explosivos.

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