Benabarre celebra su segunda jornada festiva con un baño de espuma

La fiesta del verano se consolida con música y actividades para los niños.

Los niños disfrutan de la fiesta de la espuma ayer en Benabarre en su segundo día festivo.
Benabarre celebra su segunda jornada festiva con un baño de espuma
Á. Gayúbar

Los vecinos de Benabarre y la multitud de turistas que se encuentran estos días en la histórica capital de la Ribagorza están viviendo intensamente la fiesta del verano que se celebra, desde el pasado jueves hasta este domingo en la localidad con un amplio y variado programa de actividades. Ayer, la espuma marcó la jornada festiva.

Muchas de estas actividades son ya una cita clásica en estos festejos que nacieron en los años cincuenta del pasado siglo y que se han consolidado como las segundas fiestas benabarrenses en importancia tras las patronales, que tienen lugar a comienzos de junio. "Son unas fiestas pensadas originalmente para los veraneantes pero que desde el primer momento se supieron ganar el corazón de los autóctonos que las adoptaron en seguida como propias", recuerda Alfredo Sancho, alcalde de Benabarre, quien destacaba que se han convertido en el punto "de máxima ebullición" en la programación de un mes de agosto cargado de propuestas de todo tipo. El alcalde recuerda que el origen de estos festejos estuvo directamente relacionado con la afluencia turística 60 años atrás.

"Benabarre era entonces punto de veraneo tradicional de gentes procedentes o vinculadas con la zona, pero también de personas con afecciones respiratorias porque eran numerosos los médicos, sobre todo barceloneses, que aconsejaban a los pacientes nuestro clima", apuntaba.

Ahora ese turismo sanitario forma parte del pasado y esta celebración la disfrutan sobre todo los jóvenes que no pueden gozar de sus fiestas patronales ya que se celebran cerca de los exámenes de fin de curso. Tampoco suele ser fácil para quienes salen fuera de la comarca para buscar trabajo puedan volver en esas fechas por lo que unos y otros viven con especial intensidad estos festejos de agosto.

En plena canícula, lo que más se agradece es poder refrescarse a conciencia y para ello, nada mejor que las duchas o los juegos de espuma junto a las piscinas municipales que abrían un programa que como cada año tiene más vocación noctámbula ya que es a la tarde-noche o ya plenamente en la noche cuando más se disfruta del ambiente en todas partes. Por ello, en las últimas ediciones los programadores tienen una especial predilección por este horario nocturno que, una vez más, está siendo disfrutado por todos quienes se encuentran en un Benabarre que está batiendo los datos de ocupación turística este verano.

Una fiesta de la espuma, otra ibicenca, una actuación de los Tiriteros de Binéfar, charangas y conciertos marcaron los dos primeros días festivos. Hoy la jornada está programada con bailes o un DJ local, entre otros actos. Mientras mañana se pondrá punto y final a estos cuatro días festivos con un campeonato de guiñote y unos hinchables acuáticos para los más pequeños.

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