Rosendo convierte el recinto de peñas en un bastión del rock y King África baila a ritmo caribeño
Las bajas temperaturas de las noches oscenses no frenan la asistencia de público a los conciertos laurentinos.
El rock inundó el recinto de peñas de Huesca la noche del viernes. Más de 2.500 personas asistieron al concierto de Rosendo en una madrugada para soltarse la melena.
Los zaragozanos Insolenzia fueron los primeros en saltar al escenario para calentar al público en una noche más cálida que la anterior. El show no se detuvo con Desakato, que vino desde Asturias para dejar el listón bien alto y preparar el terreno.
Tras 15 minutos de descanso, las luces se apagaron y la gente empezó a acercarse al escenario. El protagonista de la noche se posicionó frente al micrófono para tocar la primera canción con la que supo Aguantar el tipo.
El artista no tardó en conectar con el público y, para acrecentar la hermandad que une a los hijos del rock. Su versión de No dudaría, de Antonio Flores, consiguió unificar todas las voces en una llamada de rechazo a la violencia.
El repertorio también incluyó nuevas canciones. Este año Rosendo ha lanzado un álbum titulado De escalde y trinchera y, durante el concierto, los espectadores pudieron escuchar algunos de sus temas: Soy o Que si vengo que si voy. Conforme el concierto iba llegando hacia el final no faltaron los conocidos temas como Flojos de pantalón, Masculino singular o Agradecido. Pero, tras abandonar el escenario, los seguidores todavía esperaban su himno más reconocido. El cantante no se hizo más de rogar y terminó su actuación con Maneras de vivir.
Para pasarselo bomba
La misma noche actuó en el escenario de peñas del paseo Ramón y Cajal el popular artista King África. El cantante argentino celebra su 25 aniversario con una gira por España y Europa en la que presenta su nuevo éxito del verano El tembleque. Niños, jóvenes y adultos asistieron la madrugada del sábado a su concierto para disfrutar de los ritmos más caribeños y bailar de nuevo La Bomba.