San Lorenzo recorre las calles entre vítores, aplausos y ramos de albahaca

Miles de oscenses, cada vez más con traje tradicional, acudieron ayer a la procesión del día del patrón de Huesca.

Espectadores contemplando el paso de la procesión en el Coso Alto, a la altura de Correos.
Espectadores contemplando el paso de la procesión en el Coso Alto, a la altura de Correos.
R. G.

Por sentimiento, por tradición y por arraigo. Por esto y por muchas cosas más participan los oscenses en la procesión de San Lorenzo el 10 de agosto, uno de los días más esperados del año y que como tal se celebra. Salió el sol y miles de personas llenaron las calles para saludar al patrón de la ciudad, acompañado por la cofradía que lleva su nombre, la corporación municipal y por cada vez más familias ataviadas con el traje regional.

Entre quienes formaban parte de la comitiva estaba Teresa Bibián, con un traje de faena de la zona de la Hoya de Huesca, "pero de domingo" y hecho por ella "con una telas que tenía en casa". Ha salido durante muchos años en esta procesión, pero su asistencia ayer tenía un significado especial: "El año pasado me operaron de un cáncer de mama y vengo a decir gracias", explicó.

El desfile partió hacia las 9.15 desde la basílica de San Lorenzo para llegar a la catedral. El busto del patrón se prepara para la ocasión y entre quienes tienen esta responsabilidad está Angelines Palacio, que lleva más de 30 años subiendo a la peana para limpiarla. La procesión está organizada por la parroquia y la Cofradía de San Lorenzo, algunos de cuyos integrantes empujaron la plataforma por las calles del centro histórico. Tras ella iban los danzantes y la banda de música, interpretando el dance de las Espadas con el que se acompaña siempre el incesante baile y que volvió a arrancar grandes aplausos.

Los danzantes entraron bailando en el vestíbulo del ayuntamiento.

En la plaza de la Catedral descansó el santo. A esa hora el sol ya empezaba a ser del 10 de agosto y María Ortega y su hija, Helena Santamaría, esperaban que se reiniciara el desfile, donde participaban con traje tradicional. "Ella sale en la procesión desde los 18 meses, salvo un par de años cuando era adolescente", dijo la madre. También acuden desde hace lustros y con galas aragonesas Alicia Montaner, Patricia Martín y Elena Valle, quien ayer llevó por primera vez a sus nietos. "Son franceses, pero con raíces oscenses", indicó.

Con el cabildo catedralicio incorporado, el desfile emprendió su vuelta a la basílica de San Lorenzo para celebrar la misa. También recibió el obispo, Julián Ruiz, algún ¡viva! desde el público. Al llegar a la iglesia, los ediles socialistas, incluido el alcalde, se quitaron, como el año pasado, la banda roja para cumplir el protocolo implantado en 2016, que impide a los concejales asistir a actos religiosos en representación de su cargo. Los del PP y de Ciudadanos, contrarios al cambio del ceremonial, la mantuvieron.

Entre las autoridades que ayer acompañaron a la corporación estaba el delegado del Gobierno de Aragón, Gustavo Alcalde, la subdelegada del Gobierno en Huesca, M.ª Teresa Lacruz, las consejeras aragonesas Marta Gastón y M.ª Victoria Broto y el alcalde Tarbes, Gerard Trémège.

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