Canfranc se lanza a la búsqueda de la materia oscura

Investigadores del Grupo de Física Nuclear y Astropartículas de la Universidad de Zaragoza ponen en marcha un experimento pionero en el laboratorio subterráneo.

Los investigadores están acabando de calibrar los detectores de ioduro de sodio ultrapuro.
Canfranc se lanza a la búsqueda de la materia oscura
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Corroborar o refutar la señal positiva de materia oscura del Universo obtenida en el Laboratorio del Gran Sasso en Italia hace 15 años. Este será el empeño de los investigadores del Grupo de Física Nuclear y Astropartículas de la Universidad de Zaragoza con el experimento Anais que iniciarán en el Laboratorio Subterráneo de Canfranc en pocas semanas.

El trabajo, que se prolongará durante un mínimo de dos años y un máximo de cinco, pretende arrojar luz sobre el origen de la materia oscura. "En el Universo falta materia, no se ve, y por eso se le llama oscura. Pero hay evidencias de que existe básicamente por los efectos gravitatorios que produce. Entre las posibles explicaciones es que haya partículas desconocidas y que no interaccionan como las que sí conocemos, pero que podrían producir efectos visibles en experimentos muy sensibles y escondidos de toda fuente de radiación. Por eso vamos a Canfranc, que nos protege de los rayos cósmicos y además usamos blindajes adecuados para la radioactividad medioambiental", explicó ayer María Luisa Sarsa, miembro de este grupo de investigación, que tratará de reproducir la señal captada por sus homólogos italianos hace 15 años "y que nadie más ha visto hasta ahora".

Pequeños destellos de luz

Para intentar localizar estas partículas, se han instalado nueve detectores de luz muy sensibles de ioduro de sodio ultrapuro, "porque cuando una partícula deja energía en este material, produce un pequeño destello de luz". El objetivo es tomar datos de varios años para distinguir las partículas de materia oscura, que interaccionan muy poco, de otras que también dejan rastro en el detector. Estos días están acabando de calibrar estos aparatos, cada uno de los cuales tiene un peso de 12,5 kilos, y de ajustar los parámetros para comenzar a recoger datos a partir de finales de julio o principio de agosto.

María Luis Sarsa destacó la importancia de este experimento "porque hasta ahora nadie ha sido capaz de hacer la medida de este grupo de Italia o se han hecho otras pero no con el mismo material que no pueden corroborar completamente ni excluir el resultado, por lo que sería algo relevante a nivel internacional".

El desarrollo en I+D de los detectores –valorados cada uno en casi 100.000 euros– con la sensibilidad necesaria y la puesta a punto del experimento Anais han requerido un esfuerzo de más de quince años. Y todo ello ha sido posible gracias a la financiación del plan de Física de Partículas y Aceleradores, del Laboratorio Subterráneo de Canfranc, el Gobierno de Aragón y de los proyectos financiados por el programa Consolider-Ingenio CPAN (Centro Nacional de Física de Partículas, Astropartículas y Nuclear) y Multi Dark (Método de Multimensajeros para la detección de la materia oscura).

Este último proyecto, Multi Dark, concluyó el pasado 16 de junio tras 7 años y medio de trabajo. El objetivo ha sido apoyar una más estrecha colaboración entre físicos experimentales y teóricos, astrofísicos y cosmólogos para afrontar desde una perspectiva multidisciplinar el estudio de la materia oscura. El soporte de Multi Dark ha sido crucial para consolidar la posición de España en el contexto internacional del campo experimental para la detección de materia oscura.

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