El Gobierno aragonés ha decidido que las dos niñas que vivían en la casa del homicida confeso de Sabiñánigo, Iván Pardo Pena, pasen a estar tuteladas por los servicios sociales de la comunidad. Del cuidado de las hermanas, de 12 y 15 años, se encargaba hasta ahora su abuela materna, de 56 años y viuda. Pero tras los tristes acontecimientos del pasado jueves, a petición de la Fiscalía de Menores, la DGA ha considerado conveniente retirarle la custodia de ambas.

Como informaron fuentes oficiales, el Servicio de Menores estuvo al tanto del caso desde el principio. Por precaución y dado que las dos niñas estaban en la casa cuando su tío agredió y torturó a la prima, la DGA ya asumió el viernes de forma provisional su tutela. Ahora, la medida se ha hecho definitiva y serán reubicadas, probablemente, con una familia de acogida.

La Fiscalía de Menores vela por el bienestar de las pequeñas al instar esta medida, pero lo cierto es que los trágicos acontecimientos han hecho de la abuela otra víctima ya que el dolor de asumir que uno de tus hijos ha confesado una sádica muerte se suma la pérdida de dos nietas por los que todos dicen que se desvivía. De hecho, la mujer estaba trabajando cuando se produjo la paliza y conocida era su incansable búsqueda de trabajo para que no les faltara nada a las niñas. Con el mismo propósito y como admitió el pasado viernes el alcalde de Sabiñánigo, la mujer había pedido ayuda a los servicios sociales de la Comarca del Alto Gállego.

El testimonio de las pequeñas ha resultado muy valioso para aclarar lo sucedido, ya que la menor de las hermanas explicó a la de la Guardia Civil que su tío tuvo encerrada en una habitación a su prima Naiara de las 8.00 a las 11.00 de la mañana del día 6 de julio. La niña contó lo mismo a la juez de guardia el sábado.

"No ha fallado nada"

Ayer, responsables de las principales instituciones de Huesca se concentraron para guardar un minuto de silencio en repulsa por el asesinato. La subdelegada del Gobierno, María Teresa Lacruz, expresó su solidaridad y pésame con la familia de la menor, sus amigos, compañeros de clase "y todo Sabiñánigo en general", y deseó que "todo el peso más absoluto de la ley recaiga en el responsable". Tras confirmar que no existían "denuncias previas" de malos tratos, recalcó que en este caso "no ha fallado nada, en todo caso ha fallado la persona que ha asesinado a la niña, que espero que esté largo tiempo donde tiene que estar".