Aínsa reclama a la Confederación un canal de aguas bravas y un embarcadero en Mediano

El municipio, entre dos ríos y en la cola del embalse, quiere dar un uso turístico a estos recursos.

Canal de aguas bravas. El alcalde de Aínsa, Enrique Pueyo, junto al tramo del río Cinca que se quiere aprovechar para la actividad de aguas bravas.
Aínsa reclama a la Confederación un canal de aguas bravas y un embarcadero en Mediano
Rafael Gobantes

"Tenemos un embalse a las puertas del pueblo y estamos entre dos ríos, pero no podemos hacer un aprovechamiento turístico de estos recursos", se lamenta el alcalde de Aínsa, Enrique Pueyo, quien ve cómo otro verano siguen sin avanzar demandas ya históricas como la construcción de un canal de aguas bravas en el río Cinca o un embarcadero en el embalse de Mediano. A estas se añaden un parque de bicicletas, una pista de quads o un estacionamiento de autocaravanas.

Un técnico de la Confederación Hidrográfica del Ebro visitó recientemente el municipio para conocer las localizaciones y, según el alcalde, ya adelantó verbalmente que no obtendrían permiso. Pueyo lamentó que la CHE no permita construir un embarcadero, como los que existen en el embalse de Barasona, en torno a los cuales hay una gran actividad de navegación turística. "Aunque soportemos una infraestructura hidráulica, no nos podemos aprovechar de ella", señaló. Lo mismo ocurre con el canal de aguas bravas en el Cinca, que se quiere hacer entre la planta de áridos de Horpisa y el puente.

En una carta remitida al presidente de la Confederación, Pueyo se quejaba de que siendo Aínsa uno de los puntos turísticos más importantes del Pirineo y donde tienen su sede numerosas empresas de turismo activo, éstas deben realizar los descensos de aguas bravas en ríos alejados, "debido a que tanto el Cinca como el Ara, en las cercanías de nuestro pueblo, no cuentan con las características para este tipo de deportes". En ella pedía que fuese la CHE la que ejecutase la obra, aunque ahora ya se plantea acometerla por su cuenta. Aún así, duda de que se concedan los permisos necesarios.

El Ayuntamiento también tendrá que realizar una inversión importante y levantar dos muros de contención si mantiene sus planes y quiere construir un edificio de usos múltiples en un terreno que se ganó al río.

La Confederación Hidrográfica del Ebro informó que tiene abiertos tres expedientes relativos a peticiones del Ayuntamiento de Aínsa. En el caso de las aguas bravas le ha reclamado que presente un proyecto concreto. Fuentes de la CHE indicaron que en la visita realizada por uno de sus técnicos, se le trasladó al Ayuntamiento que no puede haber infraestructuras permanentes en zona de dominio público hidráulico porque es el terreno del río y no se puede bloquear el paso del agua. "No hay una valoración oficial de las demandas, solo una visita técnica, y se espera más información", señalaron.

Por su parte, el alcalde replicó que la zona inundable tiene un periodo de retorno de 100 años. "Aunque se inundara, no estamos construyendo edificios. No tenemos mucho espacio público para acometer estos proyectos porque precisamente nuestro crecimiento se ve limitado por el hecho de estar entre dos ríos y en el cola del pantano", justifica Pueyo.

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