Vecinos de los pueblos del río Gállego protestan contra el embalse de Biscarrués

La manifestación congregó en Huesca a cientos de personas que reivindicaron la pujanza de la zona. Varias mujeres pusieron voz a la reclamación de los municipios al término de la marcha, en la plaza López Allué.

Los niños subieron al escenario durante la lectura del manifesto, al término de la manifestación en la plaza López Allué de Huesca.
Los niños subieron al escenario durante la lectura del manifesto, al término de la manifestación en la plaza López Allué de Huesca.
Javier Broto

La campana de la iglesia de Erés encabezó de nuevo la protesta contra la construcción del embalse de Biscarrués que ayer por la tarde congregó en Huesca a cientos de vecinos de los pueblos de la zona que, ataviados con camisetas azules, reivindicaron un río Gállego "vivo" y un futuro para las familias que viven del cauce.

El intenso calor (33 grados a las 19.30) no frenó la asistencia de personas de todas las edades procedentes de Santa Eulalia de Gállego, Ayerbe, Murillo, Erés, Riglos, Agüero, Las Peñas de Riglos y también de Santaliestra y otros lugares "que han sufrido proyectos tan injustos como el nuestro y han conseguido detenerlos", señaló Antonio Casaucau, alcalde de Santa Eulalia.

La manifestación partió puntual desde el polígono puerta del Pirineo. Tras la campana, una pancarta defendía un "Río Gállego vivo". Entre quienes la portaban iba el diputado de Podemos por Huesca, Jorge Luis, así como miembros de la formación violeta, que había mostrado su apoyo expreso a la protesta contra la construcción del embalse de Biscarrués porque "vulnera la economía de varios pueblos de la zona, y es medioambientalmente insostenible".

El director general de Ordenación del Territorio, Joaquín Palacín, miembro de Chunta Aragonesista, también caminaba en este grupo de cabeza. Por detrás iban las concejalas de Huesca Carmen García y Silvia Mellado, de Cambiar, que también hizo público su respaldo a la manifestación.

Al principio de la marcha, un tractor guiaba un remolque cargado de niños en edad escolar, vestidos de azul y con carteles que rezaban "Pueblos vivos". Los pequeños no cesaron de gritar durante todo el recorrido, que continuó por el Coso Alto.

Unas grandes bandas de tela también azul representaban las aguas bravas del Gállego al moverse de arriba abajo. Noelia Gracia, de Ayerbe, sujetaba uno de los lados mientras en la otra mano llevaba un cartel. "Somos gente que vivimos en los diferentes pueblos de la Galliguera, jóvenes y mayores que hemos apostado por quedarnos aquí y que queremos que nuestros niños sigan haciéndolo, que conozcan los paisajes, que tenga opciones de futuro en este territorio...", explicó. La mujer afirmó que participaba en la protesta porque "no queremos que todas estas familias que dependen directa o indirectamente del río tengan que marcharse". "Llevamos 30 años luchando y seguiremos lo que hagan falta", apostilló.

Durante el trayecto, el sonido de la campana tocando a rebato no cesó un momento, como el de las gaitas de Os Gaiters de Tierra Plana y el de las voces, lo que obligó a muchos participantes a refrescar las gargantas con bebidas. Entre los manifestantes destacaron también los que iban vestidos de navateros, reivindicando el viejo oficio de quienes vivían junto al río.

Jesús Estachod, presidente de la Coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos, que convocó la manifestación, mostró su satisfacción por la afluencia. "Habíamos hecho lo posible para que viniese mucha gente, pero no pensábamos que tanta", comentó. Según dijo, la respuesta "es importante porque al ser un día laborable hay muchos que están trabajando y no han podido venir". Mirando a su alrededor, señaló que la protesta había reunido a representantes políticos, empresarios de turismo de aventura, panaderos, electricistas... "porque la actividad del río repercute en toda la gente".

Estachod indicó que en los últimos años la economía del entorno del Gállego está creciendo "sin ninguna subvención". "El colegio de Ayerbe se va ampliar el próximo curso porque hay más niños y se cambiará el autobús escolar porque se ha quedado pequeño", detalló. El presidente de la Coordinadora aseguró que la Galliguera "es la única zona de la provincia que crece en población y todo esto se quiere destruir porque van a hacer un embalse que dicen que es urgente después de 30 años". "No creo que después de tanto tiempo sea preciso", añadió.

Las barcas

La protesta, que cerraban las barcas de rafting que simbolizan el principal motor de desarrollo de los municipios de la ribera del Gállego, finalizó en la plaza de López Allué. Allí, sobre un escenario, una vecina de Murillo relató cómo era el día a día en el pueblo. Varias mujeres pusieron voz al manifiesto de la Coordinadora, que incidió en que el río es "la columna vertebral de nuestra historia, nuestro territorio, nuestra vida".

La actuación de los Titiriteros de Binéfar puso fin a la manifestación. La movilización se trasladará el próximo 25 de junio a Zaragoza. Partirá a las 12.00 de la plaza del Pilar para llegar al paseo de Sagasta, donde está la sede de la Confederación Hidrográfica del Ebro. El 7 de julio, fecha en la que termina la exposición pública del proyecto del embalse de Biscarrués, habrá una entrega simbólica de alegaciones.

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