El sector primario y agroalimentario sigue creciendo en la provincia de Huesca. En 2016, la actividad de agricultores y ganaderos suponía el 16,3% del empleo en el Alto Aragón, el 16,5% de valor añadido y el 50% del total de las exportaciones. Según estos datos, queda por delante un amplio campo de desarrollo si a la producción se suman los procesos de transformación y la comercialización directa, sobre todo en el porcino y la fruta de hueso (melocotones y nectarinas).

El Observatorio Socioeconómico de la provincia, promovido por Bantierra, CEOS-Cepyme, la Cámara de Comercio y Fundesa, ha elaborado un estudio sobre ‘Potencialidades de transformación agroalimentaria y exportación directa en Huesca’. El informe, que se presentó ayer, concluye que hay mucho potencial de desarrollo en lo que respecta a la transformación cárnica, especialmente en porcino, y la fruta no cítrica y los frutos secos, a través de la comercialización directa.

"La materia prima se produce aquí, pero se lleva a otras comunidades autónomas para el proceso de transformación, que es lo que da el valor añadido en cuanto a precio y rendimiento del producto", comentó Alejandro Lanuza, representante de Bantierra. Esa inquietud es el punto de partida del estudio, que analiza todos los factores del sector y que apunta diversas posibilidades para cambiar la tendencia.

Importancia estratégica

El análisis deja claro la importancia del sector en la provincia, donde es estratégico para el desarrollo económico. Aunque sus rendimientos medios son superiores a la media nacional en cultivos como maíz y sorgo, cebada y trigo blando, Huesca es importador neto de cereales, principalmente de Francia. Paradójicamente, se da la circunstancia de que no se cuenta con ninguna industria de pastas. En cuanto a las hortalizas, la producción más destacada es el guisante, con el 16% de España. En frutas no cítricas, Huesca es la cuarta provincia española en producción (el 7 % de la nacional), destacando nectarinas (18 %), melocotones (14 %), kiwis, peras, nueces, almendras y manzanas.

No obstante, se ha observado que hay menos industrias agroalimentarias en Huesca que en Lérida y Navarra, a pesar de que el Alto Aragón cuenta con un 25-30 por ciento más de superficie agraria útil.

En lo que respecta a la ganadería, el informe del Observatorio refleja que el sector porcino es el más representativo de la provincia (1l 13,6% de la cabaña nacional). Sin embargo, es escasa la actividad de sacrificio y la transformadora por el funcionamiento a través de integradoras y granjas de engorde. De hecho, los ganaderos denuncian que de los 4 millones de cerdos que se producen en Huesca al año, solo se mata aquí un 20% y reivindican un plataforma de mataderos para aprovechar mejor el valor añadido que genera su actividad.

Además del sector cárnico y de la fruta, habría otras potencialidades como son los cereales, algunas hortalizas y la agricultura ecológica. También se ha detectado que la alimentación animal podría ser un sector estratégico. El estudio plantea la posibilidad de poner en marcha un clúster de alimentación animal que uniría a los ganaderos y las fábricas de piensos y de forrajes, entre otros, "en una iniciativa que no existe en otros sitios y que puede ser una punta de lanza importante", señaló el representante de Fundesa, Jorge Gómez.

Para potenciar estas industrias, el informe propone una legislación que "acompañe y facilite su desarrollo", la colaboración entre productores (cooperativas, integradoras, asociaciones) y el impulso inversor de empresas motoras a través de grupos presentes en el territorio.